Sin embargo, la gran apuesta para Ticketmaster y sus aliados en México es el Gran Premio de la Ciudad de México, el más importante en términos de ingresos y el que podría salvar el año, comentó una persona allegada a Ocesa sin ofrecer más detalles.
El evento está programado del 30 de octubre al 1 de noviembre, pero el ritmo de venta no es igual al de otros años.
A finales de junio se habían vendido sólo 30 por ciento de los boletos que van de los cuatro mil a los 21 mil 750 pesos. El año pasado hasta esa fecha el avance ya era de 60 por ciento, comentó la misma persona.
Ganancias a todo motor
Si bien se desconoce la cifra precisa de las ganancias que deja la venta de boletos para al evento automovilístico, desde 2015, cuando México se reintegró al circuito automovilístico, los ingresos de Corporación Interamericana de Entretenimiento (CIE) aumentaron desde ocho mil 894 millones de pesos ese año a 11 mil 709 millones de pesos en 2019, con un ligero ajuste a la baja de siete por ciento después de cuatro años de incrementos año con año.
Ticketmaster y Ocesa declinaron hacer pronósticos para este año debido a la incertidumbre, aunque el reporte de CIE del primer trimestre del año dio cuenta de ventas consolidadas por dos mil 494 millones de pesos, seis por ciento menores a las del mismo periodo de 2019.
En su reporte a la Bolsa Mexicana de Valores, la empresa atribuyó el decremento en los ingresos a la cancelación de eventos y festivales tras la suspensión de actividades ordenada por el gobierno federal y otras autoridades.
Desde mediados de marzo, más de 600 eventos musicales, culturales y deportivos, ha sido afectados. Lo anterior supone millones de boletos que el principal jugador en la industria dejará de vender este año en México y un frenón para una industria que había dejado jugosas ganancias.
El Entertainment and Media Outlook México 2016-2020, elaborado por la consultora Pricewaterhouse Coopers, menciona que los ingresos totales de la música en vivo fueron de 225 millones de dólares en 2016 y anticipaba que aumentarían hasta 276 millones de dólares en 2020.
El gigante herido
Ticketmaster fue fundada en 1976 en Phoenix, Arizona. Al año siguiente vendió los primeros boletos para el concierto Electric Light Orchestra, en la Universidad de Nuevo México.
En los años siguientes firmó con sus primeros clientes internacionales en Oslo, Noruega, y su primera gran franquicia deportiva, el New Orleans Jazz de la NBA (ahora el Utah Jazz). Ticketmaster estableció su primera ubicación en el extranjero en Londres, llamada Ticketmaster UK, en 1981 y ha sido pionera en eventos nacionales y entretenimiento internacional desde entonces.
En la década de 1990, Ticketmaster fue uno de los primeros desarrolladores de ventas modernas de boletos digitales. La compañía lanzó Ticketmaster.com, un sitio web principalmente informativo, en 1995.
El portal electrónico vendió su primer boleto en 1996. Ese mismo año, la empresa se hizo públicoa con una valoración de mercado de 2.8 mil millones de dólares.
En 2010, Ticketmaster y Live Nation se fusionaron para formar Live Nation Entertainment, Inc, convirtiéndose en el actual líder mundial en la gestión de entradas para deportes y entretenimiento a gran escala al vender más de 500 millones de boletos al año en 30 países de todo el mundo y asociándose con más de 12 mil clientes globales.
En México, la alianza Ticketmaster-CIE se concretó en 1991 a través de un convenio de coinversión para vender boletos de acceso a eventos públicos y centros de espectáculos en el país y el resto de Latinoamérica, usando software especializado con sede en el sótano del Palacio de los Deportes, al oriente de la capital mexicana.
En julio de 2019, esta alianza daría un paso adelante. En esa fecha, Televisa informó que había acordado con Live Nation venderle 40 por ciento de las acciones que posee de Ocesa, por cinco mil 556 millones de pesos.
Live Nation anunció entonces que además compraría 11 por ciento de las acciones de Ocesa por tres mil 629 millones de pesos a CIE, que posee el restante 60 por ciento de la empresa.
El golpe propinado por la pandemia a la industria del espectáculo en el mundo frenó la operación. En mayo, tanto CIE como Televisa anunciaron que Live Nation decidió, de manera unilateral, no continuar con el proceso de compra del 51 por ciento de acciones Ocesa.
La decisión enfrentó a las empresas. Tanto Televisa como CIE anunciaron que analizarían las alternativas y los derechos que les correspondían en términos del acuerdo de julio de 2019.
Michael Rapino, presidente y director ejecutivo de Live Nation, declaró en una entrevista con analistas en mayo que la empresa tenía interés en cerrar el trato, pero hasta que las partes sepan cómo y cuándo estarán del otro lado de la crisis.
“No estamos seguros de la posición de México y no queremos asumir ninguna pérdida que pueda darse en los próximos seis a ocho meses”, dijo el ejecutivo en ese momento.
Live Nation enfrenta en Estados Unidos una demanda colectiva en la que se le acusa de prácticas engañosas relacionadas con la venta de boletos para eventos en vivo y su negativa a proporcionar reembolsos por eventos en vivo que han sido reprogramados o pospuestos.
En México, los voceros de Ticketmaster-CIE declinaron comentar el impacto económico que ha dejado el reembolso por la reprogramación o cancelación de eventos. Por ahora, dicen, la expectativa está en salvar el año con la venta de entradas al Gran Premio de México.