La voz de los estados
La toma de casetas en el país se ha convertido, desde hace muchos años, en una práctica más allá de las supuestas demandas sociales que pudieran sostener sus perpetradores.
Este asalto a las arcas públicas, porque eso es, es un delito, se ha consentido por un largo periodo, pero afortunadamente el Presidente ha expresado la determinación para hacer valer la ley, inclusive lo comparó con el famoso “Huachicoleo” que, de ser así, es uno de los delitos reclasificados más graves que existen.
Miles de automovilistas y transportistas se enfrentan con el amago de encapuchados en las distintas casetas del país. Estos grupos “piden una cooperación” aunque en la soledad de las carreteras y ante lo numeroso que llegan a ser, pues no hay quien no “coopere” con ellos.
Esto sería sin duda una buena noticia de parte del gobierno federal ya que, como le digo se trata de un asunto sin resolver en varias administraciones.