La Federación Mexicana de Lechería (Femeleche) prevé que el consumo de leche en el país caiga entre 10 y 15%, que se traducen de 3 a 5 millones de litros al día, debido a un menor ingreso en las familias mexicanas derivado de la crisis económica de la pandemia del Covid-19, lo que podría provocar la desaparición de miles de productores.

“Ante esta situación necesitamos mejorar la capacidad productiva de nuestros país y el objetivo es que no desaparezcan más productores. Hoy vemos cierre de establos en varias regiones del país y esto nos va a llevar a una situación de menor producción y mayor dependencia de las importaciones”, advirtió Vicente Gómez Cobo, presidente de la Femeleche, en una conferencia virtual.

El dirigente explicó que el 88% de los productores de leche en México— de los 121,000 que tienen contabilizados— son pequeños y medianos, por lo que ha sido muy difícil para ellos sortear los incrementos en los costos de producción; además, señala que el país es altamente dependiente de la importación de leche que no se puede producir por las condiciones del mercado.

“Tenemos un incremento en costo de producción, incertidumbre de si vamos a poder comercializar la leche ante la caída del consumo y una especulación del precio importante en algunas regiones y ante la caída de la demanda de algunos productos como son quesos, frescos, leche pasteurizada o el yogurt para llevar”, agregó Gómez Cobo.

El mercado de lácteos en México tiene un valor de 330,000 mdp y representa el 24% del PIB agropecuario, es decir que 1 de cada 4 pesos del PIB agropecuario proviene de leche o derivados.

Sin embargo, la industria podría crecer más en caso de obtener apoyos gubernamentales como lo hace Estados Unidos, que ante esta situación global, ha brindado 2,900 mdd por la caída en los precios de la leche y por el Covid-19, indicó el líder gremial.

“Lo que necesitaríamos es que la Secretaría de Agricultura nos diera apoyos de 8,800 millones de pesos, pero hoy esos apoyos son prácticamente nulos. Eso nos ha puesto en una total desventaja, ellos (EU) sí han tenido una caída en ingresos por el lado del valor de la leche, pero esta caída ha sido contrarrestada y en algunos casos es superior a lo que se había caído el ingreso y van a salir fortalecidos a diferencia de los productores en mexicanos, si no hacemos algo vamos a salir debilitados”, mencionó.

Uno de los mayores problemas que enfrentan estos productores, sostuvo, es la falta de liquidez, ya que los proveedores están restringiendo el crédito comercial, por lo que complica la compra de los insumos necesarios para mantener la actividad.

Gómez Cobo enfatizó que sin políticas publicas nuevas para el sector no podrán rescatar la pérdida de estos productores, pues a excepción de la Banca de Desarrollo que ha dado algunas facilidades en los pagos y Liconsa que ha comprado algo más de leche, no están generando planes para mitigar la situación.

“Lo más importante son los apoyos que ordenan el mercado de la leche en el corto y largo plazo, como ha sido la ley de propiedad industrial. Hoy el tema sería poner un impuesto a la leche en polvo descremada, una especie de Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), tenemos todos los estudios para demostrar que no afecta al consumidor que no va en contra de ningún Tratado de Libre Comercio”, dijo.

En Estados Unidos, explicó, existe un impuesto a la leche que utilizan como herramientas que tienen los países para poder ordenar sus mercados y además un IEPS le estaría dando el equivalente a 7,000 mdp, recursos que podrían ser asignados por los diputados a actividades como el mejoramiento del consumo de la leche, crecimiento de programas sociales, promoción al consumo, financiamiento y capacitación, así como capacidad productiva. (Forbes)