En las calles de Estocolmo, de Copenhague, de Oslo o de Helsinki, y hasta en supermercados, oficinas, autobuses y metros, resulta difícil encontrar a gente con cubrebocas. Son una ínfima minoría, a menudo turistas.
Según una encuesta reciente de Yougov, solo entre el 5% y el 10% de los sondeados en los países nórdicos afirmaban utilizar mascarilla contra el Covid-19 en los lugares públicos, una proporción que ha permanecido estable desde que empezó la crisis, en marzo.
Entretanto, en los otros veinte países sondeados por el instituto, el uso de cubrebocas se extendía al 70% o a incluso el 80% de los encuestados, en países como India, Estados Unidos o Francia.
“Tengo la impresión de que si el gobierno no dice claramente ‘les aconsejamos llevar mascarilla’, nadie lo hará“, considera Camille Fornaroli, una estudiante francesa de 21 años que se quedó muy sorprendida al ver tan pocas mascarillas en Estocolmo, ni siquiera en el metro.
Frente al coronavirus, Suecia optó por una estrategia menos estricta que dejó a sus vecinos escépticos sobre su balance (más de 80,000 casos y 5,700 fallecidos). Pero, a la hora de rechazar recomendar el porte de mascarilla, los países nórdicos fueron unánimes, y ello pese a las dudas que están surgiendo en los últimos días.
En Dinamarca, las autoridades sanitarias empezaron a recomendar tímidamente el uso de cubrebocas a principios de julio, después de una advertencia de la OMS. Pero en casos muy específicos, como cuando uno acude al hospital para hacerse la prueba o en los transportes, si se regresa de una zona de riesgo.
“En estos momentos, la mascarilla no tiene ningún sentido“, sostuvo el martes el director de Sundhedsstyrelsen, Soren Brostrom. “Pero, a más largo plazo, ¿puede ser útil en los transportes o en otros sitios? Por supuesto, es algo que tenemos que evaluar”, declaró en la televisión danesa DR.
Una posición que no dista mucho de la de Noruega o la de Finlandia, donde, en principio, no se oponen a la cubrebocas, según afirman.
“Actualmente, estamos en una situación muy afortunada […] Pero quizá sea algo que tengamos que plantearnos en un futuro próximo si los contagios aumentan”, explicó a la AFP Are Stuwitz Berg, médico en la dirección sanitaria noruega FHI.
“La cuestión podría plantearse […] cuando la gente vuelva de sus vacaciones”, dijo, por su parte, Mika Salminen, un responsable de la autoridad finlandesa THL.
Fuente: https://www.forbes.com.mx/