La estrella de «Lo que el viento se llevó» Olivia de Havilland, considerada la última actriz sobreviviente de la Edad de Oro de Hollywood, murió el domingo a los 104 años, dijo Hollywood Reporter.
Murió por causas naturales en su casa en París, donde había vivido durante más de 60 años, sostuvo Hollywood Reporter, que citó a su publicista.
La carrera como actriz de De Havilland incluyó dos Premios de la Academia, un duro enfrentamiento con uno de los gigantes de la industria del cine y una larga disputa con su hermana Joan Fontaine que fue digna de una película.
De Havilland quedó marcada en la memoria del cine por su interpretación de la recatada Melanie en «Lo que el viento se llevó» en 1939. Luego tuvo que luchar para obtener papeles más desafiantes, una batalla que terminó en la corte, pero dio como fruto los Oscar ganados por «To Each His Own» en 1946 y «The Heiress» en 1949.
De Havilland filmó 50 películas en su carrera, entre ellas «Lady in a Cage» y «Hush … Hush, Sweet Charlotte» con Bette Davis, ambas en 1964.
De Havilland, una estadunidense naturalizada que nació de padres ingleses en Japón, había vivido en París desde 1953. Hizo pocas apariciones públicas después de retirarse, pero regresó a Hollywood en 2003 para participar en la edición 75 de los Premios Oscar.
La familia de De Havilland se mudó a California cuando ella y Joan eran niñas. Comenzó su carrera cinematográfica después de que el director Max Reinhardt la viera en una producción de «A Midsummer Night’s Dream» y la eligió en su versión cinematográfica de 1935.
El estudio Warner Bros. quedó impresionado y, como era costumbre en ese momento, contrató a la joven actriz con un vínculo por siete años.
Warner la cedió para la filmación de «Lo que el viento se llevó» en 1939, y la personalidad gentil pero obstinada de De Havilland ayudó a hacer del papel de Melanie una de las partes más intrigantes de la película. El papel le valió la primera de sus cinco nominaciones al Oscar.
Me sentí muy atraída por Melanie», dijo De Havilland sobre ese papel. «Era una personalidad compleja en comparación con las heroínas a las que había estado interpretando una y otra vez». «Lo que el viento se llevó», donde también actuaron Clark Gable y Vivien Leigh, ganó ocho Premios Oscar, entre ellos a Mejor Película.
El prestigio de la nominación al Oscar y la popularidad de «Lo que el viento se llevó» no le dieron a De Havilland el tipo de papeles que quería. A menudo rechazó los roles que Warner Bros le ofreció, lo que resultó en que el estudio la suspendiera varias veces.
En 1943, De Havilland declaró que su contrato de siete años con Warner había expirado, pero el estudio dijo que aún debía los seis meses que pasó suspendida.
De Havilland ganó el caso en la corte, debilitando el poder de los principales estudios sobre los actores al limitar los contratos a siete años, independientemente del tiempo de suspensión. Pero desafiar a un estudio poderoso fue un movimiento arriesgado en su carrera y no eso la mantuvo alejada del cine por tres años.
De Havilland regresó triunfalmente a la pantalla en 1946 con el papel ganador de un Oscar de una madre soltera en «To Each His Own». Tres años más tarde ganó otro Oscar por «The Heiress».
Los Oscar fueron el caldo de cultivo para la rivalidad entre De Havilland y Fontaine, que era un año más joven. Su relación había sido mala desde la infancia y los choques alcanzaron nuevas alturas en 1942, cuando ambas fueron nominadas al Oscar: De Havilland por «Hold Back the Dawn» y Fontaine por «Suspicion» de Alfred Hitchcock. Fontaine se quedó con la estatuilla.
Cuatro años después, cuando De Havilland logró su primer Oscar, Fontaine extendió una mano de felicitación en la ceremonia, pero De Havilland no respondió, algo que fue captado por los fotógrafos.
Según los reportes, De Havilland estaba molesta por un comentario malicioso de Fontaine sobre su esposo, el escritor Marcus Goodrich.
Las hermanas dejaron de hablarse en 1975 después de la muerte de su madre. Fontaine dijo que De Havilland no la había invitado al funeral, pero su hermana a su vez la acusó de decir que estaba demasiado ocupada para asistir.
Cuando Fontaine murió a los 96 años en diciembre de 2013, De Havilland emitió un comunicado diciendo que estaba «conmocionada y entristecida».
Fuente: Excèlsior