Expertos hicieron un llamado a la Organización Mundial de la Salud pues, aseguran que, han encontrado evidencia de que el COVID-19 se puede transmitir a través del aire
Un artículo publicado en The New York Times avalado por más de 200 científicos, afirma que existe suficiente evidencia de que el COVID-19 se encuentra presente en el aire, a través de pequeñas partículas capaces de infectar a las personas por lo que hicieron un llamado a la OMS a revisar sus recomendaciones.
Pese a que la Organización Mundial de la Salud ha explicado que el mayor contagio de COVID-19 se produce de persona a persona, la carta publicada por NYT, especifica que 239 científicos en 32 países encontraron evidencia que muestra que hay partículas más pequeñas que pueden contagiar a las personas.
En México, el Premio Nobel de Química, Mario Molina, previno sobre el uso del cubrebocas es imperativo debido a que unas partículas, llamadas aerosoles, pueden estar contaminadas con coronavirus COVID-19.
Molina resaltó la importancia que tiene usar cubrebocas debido a que estas partículas, que en calidad del aire se denominan PM 2.5, pese a ser muy pequeñas, sí son lo suficientemente grandes como para acarrear el virus.
“Este tipo de partículas son las responsables de que, aquí en la Ciudad de México, por ejemplo, no veamos a los volcanes porque se ve turbio porque hay muchas de ellas”, aseguró.
Así, los especialistas coinciden con el Nobel en el sentido de que el aire puede transportar partículas contaminadas e infectar a personas cuando inhalan.
“Especialmente en los últimos meses, hemos estado afirmando varias veces que consideramos que la transmisión aérea es posible, pero ciertamente no está respaldada por evidencia sólida o incluso clara”, dijo la Dra. Benedetta Allegranzi, líder técnica de prevención y control de infecciones de la OMS, cuestionada directamente por el NYT.
Molina, por su parte, explicó que hay epidemiólogos, como los de la Universidad de Harvard, que comprobaron, recientemente, que las partículas pequeñas llevan el coronavirus.
“Lo interesante es que antes no le habíamos hecho tanto caso”, dijo.
Explicó que estas partículas pequeñas, pese a que no se ven, salen al hablar, sin toser ni estornudar.
“Un error de la Organización Mundial de la Salud es que decían que la transmisión del virus, del COVID-19, nada más se hace por las gotas grandotas, que se ven cuando uno tose o estornuda”, dijo.
“Lo que están reconociendo ahora es que no solo son esas gotas gigantescas, sino los aerosoles, esos que no se ven, los que transmiten el virus pero por fortuna, esto se puede parar con las máscaras”, explicó.
Dijo que otro error de la OMS fue sugerir el uso de cubrebocas solo si se estaba enfermo pues demostró que el uso de estos insumos permite no contaminar a otras personas al hablar, no necesariamente cerca de ellos, sino en un procedimiento similar al del humo de un cigarro.
“Por fortuna, los cubrebocas que son muy sencillos, esto lo pueden parar”.
Fuente: The New York Times