Australia pone en cuarentena a partir de la medianoche del miércoles al jueves a 300.000 personas de barrios del norte de Melbourne, la segunda ciudad más poblada del país. Así lo han decidido las autoridades australianas, con el objetivo de contener el riesgo de infección después de dos semanas al alza en el número de contagios en la zona.
A partir de la medianoche del miércoles al jueves, en más de 30 barrios de Melbourne se volverán a imponer restricciones al movimiento de personas durante un mes: los vecinos de estas zonas tendrán que permanecer en casa salvo para hacer la compra, citas médicas, trabajo, cuidados o practicar deporte. Además de las restricciones, se ha anunciado que los servicios médicos realizarán pruebas diagnósticas a la mitad de la población del área afectada. Las fronteras de estos barrios estarán vigiladas, según han explicado las autoridades.
En el resto del Estado al que pertenece Melbourne, Victoria, se empiezan a aliviar las restricciones, debido al descenso en el número de contagios de las últimas semanas. Victoria ha registrado 73 nuevos casos este martes, después de los 75 encontrados el lunes.
El premier del Estado (equivalente al presidente de una comunidad autónoma en España), Daniel Andrews, ha advertido de que la imposición de nuevas restricciones en toda la ciudad está sobre la mesa: “Si todos ponemos de nuestra parte durante las próximas cuatro semanas, podemos recuperar el control de la trasmisión en el área metropolitana de Melbourne. Si no cerramos esos barrios, tendremos que cerrar todos los barrios. Queremos evitar eso”.
Australia está muy lejos de países como Estados Unidos, España, Italia, Francia o el Reino Unido en el impacto del virus. En el país oceánico se han registrado hasta este miércoles 7.800 contagios y 104 muertes.
Fuente: El País