Las medidas excepcionales para frenar la propagación del Covid-19 comienzan a endurecerse en algunas zonas de España ante el temor de una segunda ola de contagios.
La situación es más preocupante en Cataluña y Aragón, donde las infecciones han repuntado en los últimos días, por lo que los gobiernos han llamado a los residentes a no salir de casa de manera voluntaria.
En Cataluña, al menos cuatro millones de habitantes de Barcelona y de los municipios de su área metropolitana iniciaron este sábado quince días de medidas restrictivas que pasan, en primer lugar, por la recomendación de no salir de casa si no es «estrictamente» necesario, no celebrar reuniones de más de diez personas y reducir el aforo de bares y restaurantes al 50 por ciento.
También se han vuelto a cerrar los cines, teatros, locales de ocio nocturno y gimnasios y se han restringido las visitas a las residencias de mayores.
El Ministro de Sanidad del Gobierno español, Salvador Illa, consideró que la actual situación no es una segunda ola de contagios.
Sí es, sin embargo, una transmisión comunitaria que implica mayor dificultad para rastrear contactos y relacionarlos con focos concretos, según dijo en una entrevista de radio.
Aseguró que el Gobierno actualmente no está considerando decretar un nuevo estado de alarma, que permite restringir la movilidad, pero insistió en pedir a la ciudadanía de Barcelona que no salga de casa salvo para lo imprescindible para que la situación se pueda controlar.
El Ministerio de Sanidad de España reportó ayer 628 nuevos contagios de Covid-19, para un total de más de 260 mil. Hay también más de 28 mil decesos por la enfermedad.
En la última semana, en el país se han diagnosticado 5 mil 695 infecciones. Cuando se decretó el estado de alarma, el 13 de marzo, había 4 mil 209 casos.