La vacuna del coronavirus requerirá una inversión de al menos 26 mil millones de pesos para aplicarse al 70 por ciento de la población mexicana, un alza de 370 por ciento respecto a lo que gastó el sector salud en vacunas en 2019, estimó en un análisis de la consultora Instituto Farmacéutico México (INEFAM).
“Lo que hicimos fue rastrear el avance de 21 laboratorios y tomamos el precio más bajo que se está considerando, que sugiere que la vacuna podría salir en 10 dólares, un costo unitario de 220 a 230 pesos y con las recomendaciones de la Organización Panamericana de la Salud que se vacune al 70 por ciento de la población”, explicó en entrevista Enrique Martínez Moreno, vicepresidente de la consultora.
Los 26 mil millones de pesos que se requerirían para la vacuna contra COVID-19, representan un aumento de 3.7 veces el gasto público total anual que destinó el sector salud a la compra de vacunas en 2019, que rondó los 7 mil millones de pesos.
En comparación con gastos recientes, es un poco más de los 25 mil millones de pesos que el gobierno federal otorgó en créditos a pequeños comercios para hacer frente a la pandemia.
De acuerdo con las recomendaciones de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) las vacunas deben estar disponibles para el 70 por ciento de la población de un país, en México es un estimado de 90 millones de personas, teniendo como prioridad a menores de 12 años y adultos mayores, personas de más de 65 años.
“Las campañas de vacunación regularmente están en manos del gobierno, y en este caso una vacuna de este tipo del COVID-19 no podría ser la excepción, se tendría que esperar que considerarán una posible bolsa para adquirirlas en su momento, porque hoy no se ve un plan al respecto, y más allá del dinero, el tema de la oportunidad porque veremos claras preferencias por otros países”, dijo Martínez.
Agregó que México depende manera importante de la importación de vacunas, pues es muy poco lo que se produce en el país, siendo las principales fabricantes Birmex, Sanofi, Liomont que es la primera planta biotecnológica, entre otras.
Fuente: El Financiero