El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este lunes un decreto con el que congela la emisión de nuevos visados de los tipos H-1B, H-2B, H-4, L-1 y J-1 y de tarjetas de residencia («green cards») al menos hasta finales de este año, lo cual podría evitar la entrada al país de más de 240 mil extranjeros.
«Como parte de nuestros esfuerzos por la recuperación de ‘Estados Unidos primero’, el presidente ha decidido suspender ciertos tipos de visados hasta final de este año», anunció un alto funcionario de la Administración estadounidense en una llamada con periodistas organizada por la Casa Blanca.
Según dijo a la prensa un alto cargo, esta restricción liberaría cerca de 525 mil empleos para los estadounidenses.
«El presidente Trump está enfocado en que los estadounidenses vuelvan a trabajar tan pronto como sea posible», indicó el funcionario, que pidió no ser identificado.
El Gobierno justificó que esta decisión tiene como objetivo «maximizar las oportunidades para los trabajadores estadounidenses de encontrar empleo», en unos momentos en los que el índice de desempleo en el país se encuentra en el 13,3 %.
En este sentido, argumentó que existen compañías en Estados Unidos, como el gigante de entretenimiento Disneyland o la telefónica AT&T, entre otras, que utilizan un mecanismo de subcontrataciones de empleados extranjeros que limitan las posibilidades de trabajo para los nacidos en el país.
La medida es en parte una extensión de la decisión que tomó Trump en abril de suspender la emisión de permisos de residencia permanente para inmigrantes, conocidos como «green card», como consecuencia de la destrucción de empleo sin precedentes provocada por la pandemia de Covid-19.
Entre los visados afectados se encuentran el H-1B, que está diseñada para ciertos trabajadores cualificados, como los empleados en la industria tecnológica; el H-4, que son para las parejas de estos empleados; así como visados L-1, que están destinados a directivos que trabajan para grandes corporaciones.
Los permisos de empleo H-2B, para trabajadores de los sectores hoteleros y de construcción, y los J-1, que son para investigadores y profesores de investigación y otros programas de intercambio de trabajo, como las becas o las niñeras, también se verán paralizados hasta enero.
En principio, esta medida no afectará a los trabajadores extranjeros que se encuentran ya en Estados Unidos.
Sin embargo, sí impactará a cientos de empresas y miles de personas, ya que en el año fiscal 2019, Estados Unidos otorgó el visado H-1B a unos 130 mil trabajadores; el L-1a 12 mil; y el H-2B a más de 98 mil empleados.
Fuente: El Universal