Las partículas que arrastra la nube de polvo del desierto del Sahara que están llegando a México, sí son potencialmente mortales para pacientes con alguna enfermedad crónica, advirtió el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell.

“Pueden incrementar la mortalidad en general en personas que padecen enfermedades respiratorias crónicas y enfermedades cardiacas crónicas, en personas con EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica), en las que característicamente están la bronquitis crónica, el enfisema y el asma, pueden precipitar complicaciones de estas enfermedades y pueden aumentar la mortalidad”, dijo.

Durante la conferencia vespertina sobre COVID-19, agregó que este fenómeno que se genera por el calentamiento global sí puede tener efectos nocivos sobre las personas que viven en las islas del caribe mexicano y la península de Yucatán, donde está llegando la tormenta de arena.

López-Gatell agregó que este polvo se compone de partículas que van de los 2.5 a las 10 micras de tamaño, lo que hace posible que entren al cuerpo humano junto con el aire que respiramos.

“Al entrar pueden alojarse en nariz o tráquea, en los bronquios y, en el caso de las más pequeñas, estas que miden 2.5 micras, pueden llegar hasta los alveolos”, explicó.

Dijo que este incremento a la mortalidad ha sido descrito frecuentemente en estudios epidemiológicos relacionados con la contaminación ambiental.

Por ello, recomendó a las familias de la Península de Yucatán que tienen un pariente con algún padecimiento que, “con mayor razón se queden en casa, que intenten mantener las ventanas cerradas, por la temperatura será difícil, pero tratar de mantener el mayor tiempo posible cerradas las ventanas y mantener una baja actividad física a lo largo del día, para evitar que junto con la respiración intensa pudiera colarse una mayor cantidad de partículas”.

Fuente: La Razón