Las cifras oficiales de fallecidos por el covid-19 en Chile es de 3.101 y el de infectdos de 167.355, lo que situa a la nación latinoamericana en el puesto 21 de los países con mayor cantidad de casos letales y en el décimo tercer lugar a nivel de contagios. El 86% de los decesos han tenido lugar en Santiago, la capital, y la periferia. Sin embargo, los datos que ha presentado el Gobierno de derechas han sido seriamente cuestionados, lo que ha costado el cargo al ministro de Salud, Jaime Mañalich.
De acuerdo con el portal de investigación Ciper, el Departamento de Estadísticas (DEIS) de esta entidad ha contabilizado 5.000 fallecimientos y así se lo comunicó a la Organización Mundial de la Salud (OMS). La diferencia de cifras se debe a que las autoridades sanitarias chilenas no incluían en sus informaciones públicas a los muertos catalogados como sospechosos o atribuibles al covid-19.
El impacto de las revelaciones hechas por Ciper ha obligado al presidente Sebastián Piñera a acelerar la salida de Mañalich, quien había sido muy criticado por cómo estaba gestionando la pandemia. Piñera ha nombrado al ex presidente del Colegio Médicos, Enrique Paris, al frente del Ministerio. «Quiero darle la más cordial bienvenida como nuevo ministro a quien le deseo, de todo corazón, una fecunda y exitosa labor», dijo el magnate presidente. A Piñera, cuya desaprobación según las encuestas roza el 80%, reconoció que Paris «asume el cargo en tiempos muy difíciles».
De acuerdo con el portal ‘El Mostrador’, Mañalich formaba parte del «grupo de intocables» para el mandatario. Pero «el haber ocultado la información a los suyos, respecto de la diferencia de más de dos mil fallecidos en medio de la pandemia, ha sido la estocada final». Según la revista ‘The Clinic’, «las señales de una inevitable salida» del ministerio fueron varias durante las últimas semanas.
Izkia Siches, la actual presidenta del Colegio Médico, ha señalado que Paris enfrenta «el inmenso desafío de cambiar profundamente la estrategia sanitaria hacia una de colaboración, transparencia y con medidas concretas para cortar la cadena de transmisión». La Confederación Nacional de Funcionarias y Funcionarios de Salud Municipal (Confusam) ha considerado que el cambio en el Ministerio «llega tarde» y «después de miles de muertes». Lo ocurrido bajo la gestión de Mañalich deja «un aprendizaje brutal».
En Chile, estima Confusam, » pesa más la tozudez, la ignorancia, el desparpajo y la arrogancia de quienes detentan el poder que la vida de los humildes, de los pobres y los trabajadores». A estas alturas, añade, «se necesita mucho más que un nuevo ministro, se necesitan equipos respetados y valorados, se necesitan recursos en los territorios, directrices claras y efectivas, seguridad social, medidas humanitarias para los trabajadores que están pasando hambre, y claramente, un nuevo Estado y una nueva forma de gobernar» .
Por su parte, el presidente del Partido Socialista, Álvarlo Elizalde, ha pedido a Paris que «tenga la capacidad de escuchar y rectificar los errores para enfrentar esta emergencia». Para el Partido por la Democracia (socialdemócrata), la renovación ministerial «no tendrá sentido si no hay un cambio efectivo de la política sanitaria errada, que ha llevado a Chile a batir récords mundiales en el nivel de contagios del Covid-19 por cada un millón de habitantes».
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