Rafael Sánchez Cano vivió siete minutos en el infierno. Durante siete minutos 150 balas trataron de asesinarlo, simple y sencillamente para que, acusa, no sirviera como testigo en el caso de extorsión que se sigue en contra de Ana Gabriela Guevara, directora de la Conade y miembros de su equipo.
En mayo pasado, Rafael Sánchez Cano, apoderado legal de la empresa Cocinas Industriales Multifuncionales de Calidad S.A. de C.V., CIMSA, y el empresario Jesús Chaín, acusaron que miembros de la oficina de la Conade en Veracruz les pidieron dinero 150 mil pesos, a nombre de Ana Guevara, para que les fuera asignado dar un servicio de comedor.
La operadora señalada de esta acción fue Armida Adriana Ramírez, supuesta mano derecha de la funcionaria en la entidad. Ayer, por la tarde, un comando armado los intentó asesinar y al abogado hace responsable a la directora de la Conade, de todo lo que le pueda pasar a sus socios, empleados, su familia y a él mismo.
“Sufrimos un atentado el de la voz y, personal de mi despacho alrededor de las 3:15 de la tarde. Íbamos a comer, salimos y vimos un camioneta Nissan Kicks color blanca, la cual iba conduciendo una persona de sexo masculino y una mujer la cual es la señorita que se encuentra denunciada por la parte de mi representado, la señora con domicilio en Jalapa, de pelo rubio Armida Ramírez)…”.
–Ya sospechaba que algo raro podría pasar: “Desde anteayer en nuestros domicilios vimos movimientos sospechosos, un convoy de seis a siete unidades que pasaban. Ayer a las 11 de la mañana vi vehículos de ese convoy que estaban fuera de mi despacho, vimos actitud sospechosa uno de nuestros escoltas Salieron a preguntar y el vehículo salió huyendo de manera sospechosa. Investigamos la placa el vehículo, fue registrado en Veracruz en un domicilio que tiene muchos años abandonado… No era personas buenas”.
Salieron y notaron que eran seguidos de cerca: “Vimos que traíamos cola, unas unidades del convoy del día anterior. Boca del Río es un lugar pequeño, nos han dicho más o menos quiénes son… Nos fuimos a comer vimos esa camionera, la Nissan Kicks y vimos a la persona que hemos a l hemos denunciado”.
Decidieron enfrentar a la gente que los vigilaba: “Nos regresamos, el vehículo que nos seguía empezó a acelerar y lo empezamos a seguir, no es una actitud normal de un vehículo que te sigue llegue a 160 kilómetros por hora en la avenida Costa de oro”.
Y se desató el infierno, siete minutos de ráfagas… “En la persecución perdimos un amortiguador por los topes y cuando perdimos eso nos rodearon los vehículos que estaban en mi domicilio, los del convoy, se bajaron alrededor de 12 a 18 personas del sexo masculino, traían armas cortas y armas largas…. La camioneta Nissan Kicks, que se había alejado, regresó pero ya no venía la persona de pelo rubio de copiloto… En las cámaras se podrá ver. El conductor se quitó el cubre bocas y literalmente dijo: ‘Mátelos, que se los lleve la verga’”.
Fueron de “seis a siete minutos de detonaciones, de 100 a 150 impactos de bala… Literal, fueron a hacer lo que dijo la persona que tenemos identificada y que es muy amigo de esta persona de pelo rubio que he denunciado”.
No hubo víctimas: “No nos estudiaron bien… Traemos vehículo blindado. No entraron los impactos. Nos movimos adelante y atrás para salir de la zona de fuego. Impactamos vehículos, lesionamos a una persona de ellos que actualmente no sabemos dónde esté… Hay fotos y evidencia que provocan un hecho notorio… Cuando llegó la policía estaba ahí y no está detenido”.
Esto parece ser, una acción desesperada de la parte acusada: “Esto demuestra temor, su teatro se les cayó. Nosotros solo denunciamos un hecho con apariencia de delito. No hay que ser quemado en leña verde por denunciar. Lo que me sorprender es que la primera denuncia (por extorsión) no ha avanzado absolutamente nada. La fiscalía no ha llevado el tema como debe de ser… Ayer nos enteramos que la carpeta e investigación la atrajo la fiscalía de investigaciones ministeriales, se la quitó a la fiscalía de desaparecidos y tuvimos el atentado”.
Además, acusa de conflictos de intereses: “La persona que mencioné, que vive en Jalapa, de pelo rubio, siempre ha referido que es comadre de la directora de investigación y la fiscal general Veronica (Hernández). Provoca una sospecha que está operando con ellos y ellos no sé con quién estén operando, porque fue insólito que sufrimos 6 o 7 minutos de detonaciones y no llegó la policía, llegó 15 minutos después”.
Espera justicia, espera que se haga el trabajo de investigación y señala que si algo le llega a pasar, hace responsable a la misma directora de la Conade, Ana Gabriela Guevara: “La fiscalía debe de hacer su trabajo. Temo por mi vida, la vida de mis socios, de la gente de mi despacho, temo por la vida de mi familia. Hago responsable de si algo me sucede, a la fiscalía se seguridad, a la directora de la Conade y a la persona que he denunciado por este caso.»
«Soy una persona de trabajo, no tengo cola que me pisen, ellos sí tienen cola que me pida, ellos quieren deshacerse del testigo. En el nuevo sistema penal acusatorio, sin testigo no se va a juicio, no hay prueba y al no haber prueba se acabó y ellos querían acabar con el testigo. Pido justicia. Pido que el señor Andrés Manuel López Obrador no proteja a esta mujer, a nadie, que haga justicia; yo voté por él, no es un delito decir por quién vote. En Veracruz hay un problema grave de administración de justicia”.
Nadie se le ha acercado, autoridades o la otra parte, para llegar a un arreglo, “yo no tengo arreglo en esos temas. Si cometieron un delito que o paguen. Ahora temo por la vida de mi socio y mi familia. Ellos son los únicos responsables de esto y la justicia y seguridad pública hasta hora no han hecho nada. Son servidores públicos y no han hecho nada. Nosotros aportaremos ante la Procuraduría General de la República las pruebas; el tipo de calibre tipo 15, es de alto calibre. Esto no se va a quedar así, yo creo que habrá justicia en este país”.
Fuente: El Universal