El 64 por ciento de los aprendices de Jóvenes Construyendo el Futuro que egresaron del programa tras 12 meses de capacitación en un centro de trabajo, están en búsqueda de un empleo o iniciaron un “changarro” que financiaron con sus ahorros y los 6 mil pesos de las tandas que ofrece el gobierno.
De acuerdo con la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) han egresado del programa alrededor de 260 mil jóvenes, de los cuales, 37 por ciento abrió un “changarro” o está por iniciar su pequeño negocio, mientras que un 27 por ciento está en búsqueda de empleo. Lo anterior implica un total de 166 mil 400 becarios desempleados o con un negocio en puerta.
Jesuswaldo Martínez, investigador del Instituto Belisario Domínguez del Senado, señaló que “el programa puede ayudar a que los jóvenes se mantengan con un subsidio público, que ya es un alivio, pero su incorporación formal al mercado de trabajo dependerá de la restitución de las condiciones productivas”.
Alfredo Elizondo, coordinador de Gestión Social y Cooperación, apuntó que “será complicado que el programa ayude a encontrar un empleo porque hay empresas que no podrán seguir con su actividad por la crisis, además, el programa desde su diseño no tiene como objetivo mejorar las condiciones de empleabilidad de los jóvenes, sino que se trata de darles subsidio”.
Fuente: El Financiero