Al presidente Andrés Manuel López Obrador se le volvió a salir la dictadura y aseveró que en México debería haber sólo dos partidos: el conservador y el liberal.
Luego de criticar las distintas alianzas que se han dado entre partidos políticos, el Presidente dijo:
“Se supone que cada partido tiene su programa de acción, su declaración de principios, ¿no?, no son franquicias, es distinto ¿no?, o sea, no es fácil así de que todos. Entonces, ¿para qué tantos partidos?, debería de haber dos: partido liberal y partido conservador y ya, pero entonces, ¿para qué tantos partidos si al final es uno?, es el partido conservador.
“Pero ésa es una cuestión que no es fácil, ver cómo el PRI se va a unir al PAN o el PAN se va a unir al PRI”, añadió.
Por otro lado, dijo que se divierte con las estrategias electorales del Bloque Amplio Opositor (BOA) porque, aunque se deslinden del objetivo de sacarlo del poder ya sabe quiénes son los que están detrás de ese propósito… ¿Y?
De acuerdo con López Obrador, “el pueblo” que le informa de los planes políticos en su contra trabaja “por necesidad” con sus opositores y gracias a que los choferes de los conservadores y sus empleadas domésticas él puede estar informado de sus planes. Se burla de la gente y sin embargo su séquito se lo aplaude.
Ahora, por supuesto que Morena y al presidente Andrés Manuel López Obrador quieren ganar la mayoría en el Congreso el próximo año y su movimiento ya está en marcha.
Sin embargo, las organizaciones civiles, los partidos políticos, algunos gobernadores, los gremios empresariales, intelectuales, académicos y hasta representantes de la Iglesia católica trabajan ya en el objetivo contrario.
Es perfectamente legal, democrático y sano para el país que los opositores a la 4T se organicen y participen en los procesos electorales de cara a 2021 para crear un contrapeso político… Legal, justo y necesario.
Nada que ver los conservadores o liberales, ni el ‘están conmigo o contra mi’. Otros millones de mexicanos, incluso ya algunos de los 30 que votaron por AMLO, ven que es el país el que está en juego, no un gobierno.
Para nadie es un secreto que desde las universidades públicas y privadas tanto alumnos como académicos están empezando a tomar conciencia sobre cómo influir en el proceso electoral del año próximo.
Entre muchos de los 158 cardenales, arzobispos y obispos católicos hay disgusto por la forma como se está conduciendo el país, pero sobre todo por la polarización que se genera desde la Presidencia.
Muchos miembros de la Iglesia promoverán el voto contra los candidatos de Morena en las próximas elecciones. ¿El disparador?: un gobierno insensible e indolente ante las muertes por el Covid-19.
Es de todos conocido que el PAN, PRD, PRI, Movimiento Ciudadano y México Libre están en pláticas con académicos, dirigentes sociales, empresarios, investigadores y gremios de profesionistas.
Los partidos políticos de oposición a Morena y López Obrador están buscando candidaturas comunes y liderazgos locales que garanticen el triunfo en presidencias municipales y diputaciones locales y federales.
En 2019 se hizo público un documento supuestamente elaborado en el Tec de Monterrey donde se estructuraba una propuesta para buscar a líderes juveniles locales y empresariales que llegaran al Congreso federal. Por eso López le tiene un especial resentimiento a FEMSA y a su líder, José Antonio Fernández Carbajal.
A casi un año de las próximas elecciones federales, precisamente en estos días el presidente tiene una aprobación del 52%… Por lo que las universidades privadas, los organismos empresariales, las ONG y los partidos políticos ya calientan motores…
Estamos en busca de la democracia, y de lapidar un proyecto de Nación que sólo sirve a uno… si, al Presidente de Amlolandia.
Aletia Molina
@AletiaMolina