A partir de hoy comenzará la transición al semáforo naranja, pese a que hay más de 15 mil muertos por covid-19 en el país, sin importar que la Ciudad de México y sus alrededores sean focos de alto contagio y defunciones, con familias mexicanas sumidas en la incertidumbre, y aunque las predicciones de su propio gobierno pronostiquen que lo peor está por venir.
Es de todos conocido el enfrentamiento detrás de telones entre el rockstar López-Gatell y la jefa de Gobierno. La científica parecía reaccionar, anunció un plan de seguimiento y rastreo de contagios, (no lo hizo desde el principio), sí a las pruebas (ajá, pero ¿por qué no desde el inicio?), tapabocas obligatorio (lo mismo) y el inicio de la “nueva normalidad”, sí, pero progresiva… ¿lenta?.
Hugo López-Gatell, subsecretario de Salud y vocero federal de la estrategia contra el COVID-19, admitió tener «inquietud» porque algunos estados liderados por la oposición, como Jalisco o Nuevo León, se han opuesto a las medidas sanitarias del gobierno federal obedeciendo a «una agenda político-electoral»… Sin embargo, cuando se le preguntó por las medidas en la CDMX, dijo muchas cosas, todo políticamente, pero no contestó.
Ojo, no olvidemos que el gobierno de México cree que la pandemia de COVID-19 alcanzará su punto máximo de contagios durante la próxima semana, aunque perdurará en algunas zonas hasta octubre. «Empezamos en febrero, terminaremos en octubre y podríamos decir que a mitad de junio estaremos a la mitad del conjunto de curvas epidémicas», dijo López-Gatell.
Mientras la Ciudad de México ya se alista para entrar el 22 de junio al naranja en el semáforo epidemiológico, el Estado de México se va a mantener en el rojo.
A pesar de que ambas entidades conforman la Zona Metropolitana del Valle de México, conformada por 16 alcaldías capitalinas y 59 municipios mexiquenses, los titulares de ambas entidades toman distintas decisiones de cara a la siguiente fase en esta emergencia sanitaria por Covid-19.
Así, con todo y las muertes, el aumento de contagios, se contempla que el 22 de junio, de manera oficial, la capital del país ya esté en esta fase rumbo hacia la nueva normalidad, bajo la supuesta condición de tener una ocupación hospitalaria debajo del 65 por ciento y una tendencia a la baja de dos semanas seguidas.
López Obrador, en la presentación de su valiosísimo Decálogo, afirma que: “en esta etapa hacia la nueva normalidad debemos recobrar a plenitud el sentido de la libertad y decidir nosotros mismos, con base en lo que hemos aprendido cómo protegernos del contagio y de la enfermedad”.
Pero ¿Pide a los ciudadanos seguir informados, acatar las recomendaciones sanitarias con “independencia, criterio y responsabilidad”….?
O sea, como…
Sugiere dar la espalda al egoísmo e individualismo para ser solidarios.
¿Y eso qué tiene qué ver?
Recomienda a la población no dejarse llevar por lo material, porque “la felicidad no reside en la acumulación de bienes materiales, ni se consigue con lujos, extravagancias y frivolidades”.
Ha perdido toda cordura.
Otros de los sabios consejos de Lopitoz son defender el derecho a gozar de la naturaleza, alimentarse bien y evitar el consumo de carne de animales engordados con hace enojas, productos chatarra, entre otros. Incluye hacer ejercicio, eliminar actitudes racistas y clasistas, así como buscar el camino a la espiritualidad, con algo que te mantenga “luchando, trabajando y amando a los seres queridos”.
Palabras más, palabras menos, basura en fin.
En menos de un año el covid-19 ha dejado ver su índice de mortalidad y, en México, según las cifras, resulta ser más mortal que en el 90 por ciento del resto de los países por la desastrosa política que se ha implementado alrededor, desde la federación hasta los estados.
AMLO afirmó que desde ahora, cada ciudadano decidirá cómo protegerse del Covid… Ah caray! Dije, verdad? Vamos solos! Pero ahora más, Cuando el Subsecretario de Salud, dice “Quédense en casa”, la Jefa de Gobierno dice “cambiamos el semáforo”, pero Del Mazo dice que él mejor no… pero el presidente Andrés Manuel López Obrador presenta un decálogo para “salir del coronavirus y enfrentar la nueva realidad, en la cual, señala que cada ciudadano será libre de decidir como protegerse del contagio de la epidemia de Covid-19.
El futuro político lo ciega, debería estar consciente que no podrá borrar de las páginas de la historia de nuestro país, en las que tanto le preocupa figurar, que fallaron en el capítulo de la pandemia.
Aletia Molina
@AletiaMolina