Pocas cosas tan esperadas en la historia de la humanidad como la vacuna contra el coronavirus que logre la inmunidad para regresar a la vida tal y como la conocíamos hasta hace unos meses. Hay registrados muchos proyectos actualmente que trabajan a marchas forzadas para encontrar la cura a la COVID-19, pero uno de los más avanzados es el de la farmacéutica AstraZeneca.

Hay gobiernos y empresas que invierten miles de millones en las investigaciones para dar con la cura al coronavirus, entre ellos los de Estados Unidos y Reino Unido, que obtendrían la vacuna a un precio preferencial.

De acuerdo a Olivier Nataf, el director de AstraZeneca, la aportación económica de EE.UU. y el Reino Unido han sido claves para poder fondear los estudios de la cura a la COVID-19, de ahí que ambas naciones se han garantizado el suministro de las dosis necesarias en el futuro a un precio que el directivo de la farmacéutica establece en «dos euros por dosis».

Esto se refiere al costo de la producción de cada dosis, es decir, lo que los gobiernos de esos países pagarán, sin embargo, se desconoce cuál será el precio final para la población.

Como con cualquier otro producto, existen diversos factores que influyen en la determinación del costo, como pueden ser el proceso de fabricación, la disponibilidad de los componentes, la cantidad de dosis necesarias, el almacenamiento o el transporte.

También entra en juego lo que cada gobierno esté dispuesto a pagar por el producto. Si se establece un mecanismo de compra y distribución organizado a nivel internacional, es más probable que todos los países encuentren un precio ventajoso. En Europa se ha determinado una negociación continental con las farmacéuticas, ya que si cada país lanza su puja es más probable que los precios se eleven.

Fuente: https://www.mediotiempo.com/