En una histórica votación, la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó el viernes un proyecto de ley para que Washington DC se convierta en el estado número 51 de la nación, pero la iniciativa probablemente muera en el Senado.
Un pequeño coro de vítores resonó cuando la medida fue adoptada por 232 a 180 adhesiones; todos los votos a favor fueron demócratas y casi todos los votos en contra, republicanos.
“Durante más de dos siglos, a los residentes de Washington DC se les ha negado su pleno derecho a participar plenamente en nuestra democracia», a pesar de pagar impuestos, servir en el ejército y tener negocios, dijo la presidenta de la Cámara de Representantes y líder de los demócratas en el Congreso, Nancy Pelosi.
Más de 705 mil estadounidenses viven en Washington DC, un bastión demócrata con una población mayor a dos estados, Wyoming y Vermont, y comparable a otros dos, Dakota del Norte y Alaska.
Los legisladores demócratas consideran el proyecto de ley titulado HR51 una forma de remediar la privación de voz y voto de sus residentes en el Congreso, perpetuada desde que Washington DC se creó como capital permanente de la nación en 1790.
Pero también buscan resolver un problema de derechos civiles de larga data. El 45% de los residentes de Washington DC son negros, una proporción más alta que en cualquier estado del país. Pero esto no se refleja en el Senado, donde cada estado tiene dos bancas.
La Cámara Baja no votaba sobre este tema desde 1993. Y nunca un proyecto de ley de ese tipo había sido aprobado por la Cámara o el Senado.
“El Congreso tiene dos opciones: puede continuar ejerciendo una autoridad autocrática antidemocrática» o «cumplir con la promesa y los ideales de esta nación y aprobar la HR51», dijo Eleanor Holmes Norton, delegada sin derecho a voto en la Cámara Baja por Washington DC.
La propuesta demócrata prevé un pequeño distrito federal que abarcaría edificios gubernamentales, el Congreso, monumentos, la Explanada Nacional y la Casa Blanca.
Los republicanos que se oponen a la HR51 dicen que va en contra de la intención de los constituyentes, que buscaban crear un distrito federal no influenciado por ningún estado.
“Washington DC fue creado como sede del gobierno, no como parte de la federación de estados», dijo el legislador republicano Jody Hice.
Los funcionarios de Washington DC siempre han resentido el papel del Congreso en los asuntos de la capital, ya que la Constitución le otorga al Congreso el derecho de ejercer el control sobre la ciudad «en todos los casos».
Los estados de Maryland y Virginia cedieron tierras en la década de 1780 para la creación de una capital federal a lo largo del río Potomac.
Pero a diferencia de otros ciudadanos estadounidenses, los residentes de Washington DC nunca han tenido representantes con derecho a voto en el Congreso, lo que llevó a estampar la consigna «Impuestos sin representación» en las placas de sus vehículos.
En un ejemplo de intervención no deseada, el presidente Donald Trump envió este mes fuerzas federales para dispersar a manifestantes contra el racismo cerca de la Casa Blanca sin coordinarlo con la alcaldesa de Washington DC, Muriel Bowser.
De aprobarse la HR51, el nuevo estado se llamaría Washington Douglass Commonwealth, tomando el nombre del primer presidente de la nación, George Washington, y el prominente abolicionista negro Frederick Douglass.
“DC debería ser un estado. Pásalo», tuiteó el demócrata Joe Biden, probable rival de Trump en las elecciones presidenciales de noviembre.
Pero Mo Brooks, un republicano de la Cámara de Representantes, comparó la intención de hacer de Washington DC un estado más con una toma de poder por parte de los demócratas, que buscan otros «dos senadores de izquierda garantizados».
Los republicanos han esbozado la idea de la llamada «retrocesión», por la cual Washington DC devolvería sus terrenos residenciales a Maryland, lo que permitiría a los residentes de la ciudad elegir senadores y tener voz en el Congreso.
Es poco probable que Washington DC se convierta por ahora en un estado.
Trump se opone y los republicanos que controlan el Senado han dicho que no prevén someterlo a votación.
La última vez que Estados Unidos sumó un estado fue en 1959, cuando Alaska fue admitida como el número 49 el 3 de enero y Hawái se convirtió en el número 50 siete meses después.
Fuente: Excélsior