Una autopsia completa de George Floyd, el hombre afroamericano esposado que murió después de ser retenido por la policía de Minneapolis, fue dado a conocer el miércoles y proporciona varios detalles clínicos, incluido que Floyd había dado positivo por Covid-19.

“Positivo al 2019-nCoV”, señala el documento, que atribuye la muerte de Floyd, ocurrida el 25 de mayo en Minneapolis, Minnesota, a un “arresto cardiopulmonar, complicado por la compresión del cuello” que ejerció el policía Derek Chauvin, acusado de homicidio culposo.

Sobre el hallazgo del virus, se acota que “dado que la positividad –al virus- puede persistir semanas desde el contagio… el resultado de la autopsia refleja probablemente positividad asintomática pero persistente al PCR de una infección previa”.

La autopsia fue realizada por la oficina forense del condado de Hennepin.

George Floyd, un hombre afroamericano de 46 años, murió asfixiado por tener la rodilla del oficial Derek Chauvin apoyada en su cuello durante nueve minutos.

«No puedo respirar», repetía la víctima, una frase adoptada por los manifestantes.

Las dos autopsias realizadas a Floyd (la oficial y la independiente) han arrojado la misma conclusión: que su muerte fue un homicidio.

Difieren, sin embargo, en el motivo que ocasionó el homicidio. La autopsia ordenada por la familia apunta a una muerte por «asfixia», mientras que la del forense del condado habla de un «paro cardiorrespiratorio» ocurrido mientras le inmovilizaban.

El asesinato de Floyd ha sido el detonante para una serie de manifestaciones en distintos puntos de Estados Unidos, donde unas 40 ciudades han declarado toque de queda nocturno para tratar de frenar los desórdenes y saqueos en los que derivado las protestas.

Fuente: El Universal