Diana Karen , “La Princesa de Tláhuac” y su pareja sentimental, Carlos Alejandro, “El Cindy”, herederos del llamado Cártel de Tláhuac y recientemente acusados por los delitos de narcomenudeo en calidad de posesión con fines de comercialización y portación de arma de fuego de uso exclusivo de fuerzas federales, fueron vinculados a proceso por un juez de Control, del Tribunal de Justicia Local.
El togado también fijó dos meses para el cierre de investigación, la cual empezará una vez que se levante la emergencia sanitaria por Covid-19, además ratificó la medida cautelar de prisión oficiosa por lo que, Diana Karen, permanecerá recluida en el Centro Femenil de Reinserción Social de Santa Martha Acatitla y Alejandro Mendoza estará internado en el Reclusorio Varonil Sur.
Apenas el pasado 19 de mayo, después de una audiencia que se prolongó por seis horas, la defensa de la hija de Felipe de Jesús Pérez Luna, “El Ojos” y de su pareja sentimental solicitó la ampliación del plazo constitucional para que sea definida su situación jurídica en 144 horas, fecha que se venció ayer.
Los imputados fueron detenidos la madrugada del 17 de mayo luego de un cateo en un domicilio localizado en la colonia Del Mar, alcaldía Tláhuac, en el que de acuerdo a la investigación se encontraban los principales distribuidores de droga y operadores del Cártel de Tláhuac.
Según las investigaciones de la autoridad local, Pérez Ramírez y Mendoza Sandoval, “El Cindy”, aparentemente reciben órdenes de Miguel Ángel, “El Micky”, otro de los hijos de “El Ojos” y quien se encuentra en un penal de la Ciudad de México.
De acuerdo con trabajos de inteligencia de la policía capitalina, Diana Karen es la principal responsable de la distribución y venta de droga en dicha alcaldía, además de realizar el cobro de extorsiones cometidas a comerciantes y operadores de unidades de transporte público de la zona.
Por otro lado, Carlos Alejandro, fungía como operador de dicho grupo delictivo, encargado de la distribución de los narcóticos y del cobro de dinero por la venta de los mismos.
Fuente: El Universal