Al menos 84 personas murieron en Bangladesh y el este de India por el paso de un ciclón, el más devastador de los últimos 20 años, que arrancó árboles y casas y obligó a millones de personas a refugiarse, en plena pandemia del coronavirus.
En India, hubo «72 personas que fallecieron, 15 de ellas en Calcuta», según la ministra de Estado Mamata Barnerjee, quien aseguró que «no había visto nunca nada igual».
En Bangladés la policía y las autoridades afirman que ha habido al menos 12 fallecidos.
Millones de personas se quedaron además sin electricidad tras el paso de ciclón Amphan, con vientos de unos 150 kilómetros por hora que derribo torres de electricidad y muros, indicaron este jueves las autoridades.
Los habitantes de Calcuta, capital del estado de Bengala Occidental, uno de los más afectados, se levantaron el jueves con las calles inundadas y coches inmersos en el agua.
El aeropuerto también se inundó, según las imágenes de televisión.
Amphan, que tuvo vientos sostenidos cercanos a 200 kilómetros horarios, ha sido el ciclón más potente en el Golfo de Bengala desde 1999.
El impacto del Amphan es peor que el coronavirus», dijo la ministra principal de Bengala Occidental, e indicó que al menos 12 personas murieron en el estado.
Hubo miles de cabañas de barro arrasadas, árboles arrancados, carreteras sumergidas y cosechas destruidas», dijo.
Las autoridades esperaban información sobre la situación en Sundarbans, el bosque de manglar más grande del mundo, en Bangladesh.
Este lugar está inscrito en la lista del patrimonio de la humanidad de la UNESCO y es conocido por sus tigres de Bengala.
Todavía no tenemos un panorama claro de los daños. Estamos especialmente preocupados por algunos animales salvajes. Pueden ser arrastrados durante un oleaje», dijo a la AFP el responsable de bosques Moyeen Uddin Khan.
Los ciclones son un fenómeno recurrente en las costas del Golfo de Bengala la Bahía de Bengala, que en las ultimas décadas mataron a cientos de miles de personas.
En los últimos años, pese al aumento de su frecuencia, atribuido al cambio climático, la mejora de los sistemas de alarma permite paliar mejor sus efectos.
A pesar de que el ciclón Amphan se debilitó, a medida que avanzaba hacia Bangladés todavía provocó intensas lluvias y vientos violentos en Cox’s Bazar, el distrito de Bangladés donde viven un millón de refugiados rohinyás que huyeron de Birmania.
Anwar Hossain Howlader, un responsable del distrito Khulna de Bangladesh, explicó que una marejada de tres metros destruyó varios diques provisorios, construídos durante la noche, para proteger pueblos.
Hubo una destrucción masiva. Miles de árboles fueron arrancados. Los diques están rotos en muchas partes y se inundaron pueblos. El daño y la destrucción de las cosechas y de las granjas de peces es enorme», dijo.
A causa del coronavirus, las autoridades decidieron ampliar el espacio de los refugios para evitar el contagio y el uso de máscaras es obligatorio, pero mucha gente tiene miedo.
Tenemos miedo al ciclón pero también al coronavirus», dijo Sulata Munda, una mujer con cuatro hijos que vive en un pueblo de Bangladés cercano a Sundarbans, pero que decidió no ir a un refugio.
Fuente: Excélsior