El Senado de Estados Unidos volvió hoy al trabajo con nuevas directrices sobre el coronavirus, en un contexto de ansiedad por el avance de una pandemia que ha matado a más de 67 mil estadunidenses y dejó a decenas de millones sin trabajo.
Se espera que los legisladores, a quienes se recomienda el uso de cubrebocas, aborden lasdisputas en torno a cómo enfrentar el brote y mitigar sus devastadores impactos económicos.
Mientras que el Senado, de 100 escaños, se reúne a las 19H00 GMT para su primer sesión completa desde el 25 de marzo, la Cámara de Representantes, de 435 miembros, optó por no regresar esta semana.
El republicano Kevin McCarthy apoya una apertura «híbrida» del trabajo de la Cámara de Representantes, incluidos los comités, mientras Washington y el resto del país debaten cómo y cuándo desbloquear el confinamiento.
Pero los líderes demócratas que controlan dicha cámara dijeron que no, mostrando su preocupación por la seguridad sanitaria y recordando una advertencia del médico del Congreso, que afirmó que la capital de Estados Unidos aún no había aplanado suficientemente la curva de nuevos casos de coronavirus.
El regreso del Senado se da tras un choque entre los líderes del Congreso y el presidente Donald Trump.
Después de que se informara la semana pasada a los legisladores que la oficina médica del Capitolio no podría hacer pruebas de detección de virus a todos los miembros del Congreso, el gobierno de Trump se ofreció a realizarles pruebas rápidas.
Pero en un inusual mensaje conjunto de la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, y el líder del Senado, el republicano Mitch Mc Connell, rechazaron el sábado la oferta, puntualizando que las pruebas deberían reservarse para los ciudadanos.
“Al no querer el test especial de cinco minutos, el Congreso está diciendo que no es ‘esencial'», tuiteó Trump.
“En cualquier caso, tenemos una gran cantidad de pruebas y hemos realizado 6.5 millones de test, lo que es más que todos los países del mundo juntos!», agregó.
Fuente: Excélsior