“No se pueden hacer funerales porque en la medida en qué se abrevien los tiempos de cremación o inhumación se disminuye la probabilidad de que se propague el virus”, señaló en conferencia de prensa.
Explicó que aunque el virus se propaga por vía respiratoria, los familiares se acercan al cuerpo para besarlo o abrazarlo, lo que representa un “altísimo riesgo de contagio”.
Indicó que una vez declarada la muerte de una persona por COVID-19, los restos finales deben entregarse lo más pronto posible para que exista una reducción de riesgos tanto para los familiares como para los trabajadores de las agencias fúnebres.
“No hay ninguna restricción, de hecho es deseable que sea pronto para que exista una reducción de riesgos. Entre más expedito sea el proceso mejor”, agregó.
La Secretaría de Salud (SSa) informó anoche que México alcanzó los 2 mil 61 fallecidos por COVID-19, mientras que los contagios ascienden a 22 mil 88.
En conferencia de prensa desde Palacio Nacional, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, detalló que la Ciudad de México se mantiene como la entidad con más contagios, al registrar 6 mil 13 casos, seguida del Estado de México con 3 mil 615.
Fuente: La Razón