Infectar deliberadamente a voluntarios sanos con el virus que causa COVID-19 puede acelerar los estudios de vacunas contra el patógeno mortal, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Dichos estudios, que presentan peligros potenciales significativos para los sujetos, pueden considerarse en situaciones extremas y con ciertas protecciones, dijo un grupo de trabajo de la agencia de salud de las Naciones Unidas en un informe publicado el miércoles en su sitio web.
Investigadores de todo el mundo están compitiendo para desarrollar vacunas para proteger contra el coronavirus mortal y permitir a los países reconstruir economías tambaleantes. Los llamados estudios de desafío, donde los tratamientos o los preventivos se prueban directamente contra la infección en voluntarios informados, podrían acelerar el camino de las vacunas al público.
Los estudios de desafío «pueden ser sustancialmente más rápidos de realizar que los ensayos de campo de vacunas», según el documento del grupo de trabajo, «en parte porque muchos menos participantes deben estar expuestos a vacunas experimentales para proporcionar estimaciones (preliminares) de eficacia y seguridad».
El informe establecía ocho condiciones que tendrían que cumplirse para considerar los estudios de desafío, incluida la justificación científica, una evaluación de los beneficios potenciales y el consentimiento plenamente informado de los sujetos.
Los estudios de desafío tienen el potencial de reducir la mortalidad por coronavirus en todo el mundo, pero plantean peligros potenciales significativos para los voluntarios, sugirieron en un artículo reciente científicos liderados por Marc Lipsitch, epidemiólogo de la Escuela de Salud Pública de Harvard.
«Obviamente, desafiar a los voluntarios con este virus vivo corre el riesgo de provocar enfermedades graves e incluso la muerte», dijeron en marzo en un artículo en el Journal of Infectious Diseases.
Fuente: El Financiero