Hertz solicitó el viernes protección por bancarrota ante su incapacidad para resistir la pandemia de coronavirus, que ha paralizado los viajes a nivel global y el negocio de esta endeudada compañía dedicada a la renta de vehículos desde hace 102 años.
Los acreedores de la empresa con sede en Estero, Florida, no estaban dispuestos a concederle otra extensión a sus pagos de deuda más allá de un plazo que vencía el viernes, por lo que la firma presentó sus documentos ante una Corte Federal de Bancarrotas en Delaware.
Hertz y sus subsidiarias continuarán funcionando, afirmó la empresa en un comunicado. Las principales regiones internacionales donde Hertz opera y los lugares donde tiene franquicias no están incluidas en la solicitud de apoyo por quiebra, agregó.
“A finales de marzo, Hertz Global Holdings Inc. acumulaba una deuda de más de 24,000 millones de dólares y sólo tenía 1,000 millones de dólares en efectivo disponible.
Desde mediados de ese mes, la compañía —cuyas marcas de renta de vehículos incluyen Dollar y Thrifty— se quedó sin ningún ingreso debido a la paralización de viajes a causa del coronavirus, y en abril comenzó a dejar de hacer pagos. Hertz también ha tenido dificultades administrativas, y el 18 de mayo nombró a su cuarto director general en seis años.
“Ningún negocio está hecho para captar cero ingresos”, dijo la exdirectora general Kathryn Marinello durante una teleconferencia el 12 de mayo en referencia a las entradas de dinero de la empresa en el primer trimestre. “Las reservas de las compañías pueden sostenerlas sólo por cierto tiempo”.
A finales de marzo, Hertz despidió a 12,000 trabajadores, puso en licencia a otros 4,000, redujo la adquisición de vehículos en 90% y canceló todos los gastos no esenciales. La compañía dijo que con estas medidas ahorraría 2,500 millones de dólares por año.
Sin embargo, los recortes fueron adoptados demasiado tarde para salvar a Hertz, la segunda mayor compañía de renta de autos en el país, la cual fue fundada en 1918 por Walter L. Jacobs, que comenzó en Chicago con una flotilla de una docena de modelos T de Ford. Jacobs vendió la compañía, llamada inicialmente Rent-A-Car Inc., a John D. Hertzen 1923.
En una nota dirigida a los inversionistas a finales de abril, Hamzah Mazari, analista de Jefferies, pronosticó que la empresa rival Avissobreviviría a la crisis del coronavirus, y que Hertz sólo tenía el 50% de probabilidades “porque fue más lenta en la reducción de costos”.
El 18 de mayo, Hertz nombró director general a Paul Stone, entonces director de operaciones, y anunció que Marinello dejaría el puesto y saldría del consejo de administración de la compañía.
Fuente: La Razón