En medio de protestas de senadores panistas, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, reconoció que en cualquier país del mundo hay subregistro de casos de COVID-19, pues nadie puede saber cuántos casos reales existen de contagios; sin embargo, aclaró que “esto no se puede interpretar como negligencia ni incapacidad” del gobierno para enfrentar la pandemia.
“No es sorpresa alguna que todos los países tengan una subestimación o subregistro. (…) No pretendemos engañar de forma alguna a la población”, sostuvo el funcionario durante la comparecencia, vía remota, con 55 senadores de la República.
Mientras López-Gatell daba su exposición, los legisladores panistas se colocaron cubrebocas con la leyenda “Pruebas”, en clara exigencia para que demuestre que se aplanó la curva epidémica y que no hay “maquillaje” de cifras.
El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud dijo que es falso que México no tenga una contabilidad certera de los casos de contagios y defunciones por COVID-19, como la mayoría de la sociedad lo percibe.
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Más adelante, rechazó que el 26 de mayo se haya presentado el mayor número de muertos (501) a causa de la enfermedad de coronavirus, como lo reflejaron algunos medios de comunicación en primera plana, pues dijo que es una confusión asumida por no explicarlo de manera correcta.
“Nunca hemos rabasado los cerca de 280 casos fatales en ninguno de los días, aún en la cresta más alta de la pandemia”, sostuvo López-Gatell Ramírez, quien explicó que hay algunos casos donde el fallecimiento ocurrió cinco días atrás, pero no se contabiliza el día del corte informativo.
Reiteró que hasta ahora no ha sido rebasada la capacidad hospitalaria, a pesar de que algunos hospitales se han visto saturados por la atención de enfermos de COVID-19.
Resaltó también que el Gobierno de México no ha recurrido a medidas coercitivas para establecer la Jornada de Sana Distancia, como lo hicieron algunos estados del país.
“Otros gobiernos optaron por considerar a la persona, al sujeto, como obligado de la disposición, del acto de autoridad, a que si no se quedaban en casa podía ser sancionada por los distintos mecanismos de coerción de cada estado, arrestada, multada, tomada por la fuerza pública”, puntualizó.
Fuente: La Razón