La industria taurina se está viendo golpeada por los efectos de la pandemia y las medidas de cuarentena y de hecho ha pedido ayudas al gobierno para sobrevivir, Pero esta circunstancia está siendo controvertida en España y de hecho ha provocado una campaña de los activistas pro derechos de los animales que creen que la situación actual es una «oportunidad única» para acabar con las corridas de toros. Es lo que destaca el diario británico en un artículo de Ashifa Kassam en el que repasa el impacto del coronavirus para el sector taurino y el «feroz debate sobre su futuro» que ello suscita en España.
The Guardian explica que la crisis del coronavirus y la proclamación del estado de alarma llegó en España justo cuando la temporada taurina iba a dar comienzo y está siendo devastadora para este sector que al igual que casi todos los demás de la economía española ha pedido ayudas al gobierno. Pero subraya que «ninguna petición ha sido tan controvertida» como la de la tauromaquia que de hecho ha provocado un feroz debate sobre el futuro de esta industria en la sociedad española. Detalla el impacto que la actual crisis puede tener para esta industria, ya golpeada por la de 2008, citando a fuentes taurinas que decenas de miles de familias, que dependen directa o indirectamente de las corridas se han quedado en el paro y estimaciones de pérdidas de al menos 700 millones de euros si se suspende definitivamente la temporada.
El reportaje también cita a ganaderos como Victorino Martín que asegura que ya hay ganaderos que han tirado la toalla y están sacrificando a los animales en previsión de no poder venderlos para corridas o encierros y tener que seguir alimentándolos. Pero pone de relieve que las peticiones de ayuda al gobierno han levantado una dura oposición para que no se usen fondos públicos para salvar a la tauromaquia. Y añade que hay también una campaña de los anti-taurinos ya que muchos señalan que las corridas se enfrentan al momento más crítico de su existencia… «lo que supone una oportunidad única para acabar con ellas», en opinión de los activistas.
Fuente: Staff