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Doug Hurley y Bob Behnken, los astronautas que mandara SpaceX y la Nasa al espacio

Publicado por
Héctor García
SpaceX, la compañía de multimillonario Elon Musk, se apresta a llevar a la órbita a dos estadounidenses este sábado desde Florida, en una misión que marcaría el primer vuelo espacial de astronautas de la NASA desde suelo estadounidense en nueve años.

Este sábado, los astronautas Doug Hurley y Bob Behnken tienen previsto partir hacia la EEI en la elegante nave espacial, la Crew Dragon. La NASA ha elegido a dos de sus astronautas más experimentados para ayudar a SpaceX, que tiene su sede en California, a preparar el Crew Dragon para su lanzamiento.

La cápsula estará tripulada por Robert Behnken, de 49 años, y Douglas Hurley, de 53, ambos con una larga trayectoria de viajes espaciales: Hurley pilotó Atlantis en su último viaje.

Hurley ha pasado un total de 28 días y 11 horas en el espacio, mientras que Behnken ha acumulado un total de 29 días y 12 horas, incluyendo 37 horas de paseo espacial.

En los últimos nueve años, los astronautas de la NASA han tenido que subir a órbita a bordo de las naves Soyuz de Rusia.

La operación ha tomado cinco años más de lo planeado, pero incluso con los retrasos SpaceX ha derrotado a Boeing.  El vuelo de prueba de Boeing de su Starliner fracasó debido a serios problemas de software, y tendrá que rehacerse.

“Ha sido una verdadera historia de éxito”, dijo a la AFP Scott Hubbard, exdirector del Centro Ames de la NASA en Silicon Valley, que ahora enseña en Stanford.

“Hubo un gran escepticismo”, recordó Hubbard, quien conoció a Musk antes de la creación de SpaceX y también preside un panel asesor de seguridad de SpaceX.

“Los dirigentes de Lockheed, de Boeing, me podían decir en una conferencia que estos tipos de SpaceX no saben lo que hacen”, dijo a la AFP.

SpaceX finalmente llegó a la cima con su cohete Falcon 9. Desde 2012, la compañía reabastece a la ISS para la NASA, gracias a la versión de carga de la cápsula Dragon.

La misión tripulada, llamada Demo-2, es de fundamental importancia para Washington por dos razones.  La primera es romper la dependencia de la NASA respecto a Rusia. Y la segunda catalizar un mercado privado de “órbita terrestre baja” abierto a turistas y empresas.

“Visualizamos un día en el futuro en el que tengamos una docena de estaciones espaciales en órbita terrestre baja. Todas operadas por la industria comercial”, dijo el jefe de la NASA, Jim Bridenstine.

Musk apunta más alto: está construyendo un enorme cohete, Starship, para circunnavegar la Luna, o incluso viajar a Marte y, en última instancia, hacer de la humanidad una “especie que habite varios planetas”.

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Héctor García