Existe una técnica de plasma convaleciente para combatir el COVID-19, que diversos países están aplicando como tratamiento ante la pandemia, la cual ya cobró la vida de más de 4 millones de personas a nivel mundial.
-El plasma convaleciente es una técnica que ha existido durante muchos años. Esta consiste en tomar anticuerpos de la sangre de una persona que ha sobrevivido a una enfermedad para ser transferidos a una persona infectada, explica Richard Charlewood, médico especialista en transfusiones del Servicio de Sangre en Nueva Zelanda.
-Cuando una persona se infecta con un virus en particular, el cuerpo comienza a producir proteínas diseñadas especialmente para ello (anticuerpos) para combatir la infección. Cuando una persona se recupera, los anticuerpos flotan en la sangre, específicamente en el plasma, durante meses o incluso años.
-Este plasma es recolectado y congelado para después ponerlo a disposición de pacientes, en este caso, en estado grave de COVID-19, por lo que debe aplicarse específicamente a aquellos que están a punto de necesitar cuidados intensivos, explica Charlewood.
-Además, se monitorea la recuperación del enfermo que recibe el tratamiento.
-Quienes están dispuestos a donar su sangre para este fin deben tener ciertos criterios, como no haber presentado fiebre durante al menos dos semanas, que haya pasado un plazo de aproximadamente un mes tras su recuperación. No hay restricciones en cuanto altura o peso.
-Además, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) detalla en un documento fechado al 20 de abril de este año que el plasma donado deberá ser analizado y obtener resultados negativos para todos los agentes infecciosos susceptibles de ser transmitidos vía transfusión.
-Si bien las transfusiones de plasma regulares son un pilar de la medicina, muy raramente pueden causar un efecto secundario que dañe los pulmones.
En este sentido, la OPS señala: «Puede ser conveniente seleccionar donantes hombres o mujeres que nunca estuvieron embarazadas o garantizar la realización de pruebas para detectar la presencia de anticuerpos anti-HLA y anti-granulocitos presentes en el plasma de mujeres que han estado en embarazo, a fin de minimizar el riesgo de una lesión pulmonar aguda producida por transfusión».
-Este tratamiento no es exactamente una vacuna. A diferencia de esta última, el plasma da protección temporal. Una vacuna capacita al sistema inmunológico de las personas para que produzca sus propios anticuerpos contra un agente patógeno, mientras que el plasma daría a las personas una inyección temporal de anticuerpos de otra persona, que son de corta duración y requieren de dosis repetidas.
-La OPS indica que este tratamiento ha sido utilizado para otras enfermedades, como la fiebre hemorrágica en Argentina, para brotes de ébola en África, así como para los brotes de SARS y MERS (otros tipos de coronavirus).
Fuente: Notimex, AP y la OPS