La venta, posesión y uso de más de 1.500 tipos y variantes de armas de fuego de tipo militar está prohibida a partir de este viernes en Canadá, anunció el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, tras la matanza de hace dos semanas en el este del país, donde fallecieron 22 personas.
Trudeau afirmó durante una rueda de prensa que tragedias como la de Nueva Escocia, que calificó como «la mayor masacre en la historia» de Canadá, obligan al Gobierno a actuar, porque están sucediendo cada vez con mayor frecuencia.
El primer ministro enumeró los principales tiroteos masivos que han ocurrido en el país desde que en 1989 un hombre armado con un fusil semiautomático asesinara a 14 mujeres en la Universidad Politécnica de Montreal.
«Estas tragedias todavía resuenan. Dar forma a nuestra identidad, tiñen nuestra conciencia, convierten en adultos a los niños y la verdad desgarradora es que están sucediendo cada vez con más frecuencia», dijo un sombrío Trudeau.
La Policía no ha querido identificar las armas utilizadas por Gabriel Wortman, el autor de la masacre de Nueva Escocia, para matar a 22 personas en una zona rural del este de Canadálos días 18 y 19 de abril, pero el ministro de Seguridad Pública, Bill Blair, reveló que están incluidas en la prohibición anunciada este viernes.
Wortman, que murió el 19 de abril en un enfrentamiento con la Policía, había obtenido de forma ilegal las armas que utilizó en la masacre.
Trudeau añadió que el único propósito de las armas de fuego de tipo militar «es matar el mayor número de personas en el menor plazo de tiempo», y que los cazadores no las necesitan para matar ciervos u otros animales.
Por su parte, Blair añadió que con el cierre del mercado de armas de asalto en Canadá se «salvarán vidas de canadienses».
Aunque la venta, transporte, posesión y uso de armas de asalto, un término que en general se refiere a armas de fuego semiautomáticas capaces de disparar proyectiles en rápida sucesión, está prohibido a partir desde esta fecha, los actuales propietarios tendrán un periodo de gracia de dos años para desprenderse de ellas, hasta abrir de 2022.
Los dueños de ese tipo de armamento tendría la opción de devolverlo al fabricante o de exportarlo legalmente a otro país.
La prohibición de las armas de tipo militar fue una de las promesas del Partido Liberal de Trudeau durante la campaña electoral de 2019.
Fuente: El Universal