La reina Isabel II dirige un mensaje televisado al país para abordar el avance de la pandemia de coronavirus, una inusual intervención que la soberana británica, de 93 años, ha reservado en las últimas décadas para momentos de especial gravedad.
En el discurso, la reina agradeció a las personas por acatar las reglas del gobierno de quedarse en casa y celebró a quienes se han unido para ayudar a otros.
Agradeció a los trabajadores clave, diciendo que “cada hora de trabajo, los acerca al regreso a tiempos más normales”.
“Enfrentamos un tiempo de ruptura en nuestro país, una ruptura que trajo algunas dificultades financieras para muchos y un enorme cambio en la vida diaria de todos nosotros”, indicó.
“Estoy segura que el país se une a mí y agradece lo que ustedes hacen y aprecian cada hora de su gran trabajo que nos acerca más a normalizar nuestra vida”, dijo refiriéndose a personal como trabajadores de la salud.
“También quiero agradecer a quienes han permanecido en casa, nos ayudan a proteger a los más vulnerables y atenúan el dolor de muchas familias que han perdido a sus seres queridos”.
“Espero que en los años que vienen, todos estemos orgullosos de cómo respondimos ante este desafío y que se hable de cómo los británicos de esta generación son más fuertes que cualquiera otros“, señaló.
Se refirió a que la disciplina propia y determinación que caracterizan al país ha podido resolver el reto ante el COVID-19.
“El orgullo en quiénes somos no es parte de nuestro pasado, sino que define nuestro presente y nuestro futuro”, dijo.
“Los momentos en que el Reino Unido se ha unido para aplaudir juntos a los médicos y personal esencial serán recordados como una expresión de nuestro espíritu nacionalista”, aseguró.
“Nos consuela que, si bien aún nos queda más para soportar, vendrán mejores días”, dijo la monarca.
Fuente: Staff