La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) se topó con la realidad y tuvo que reconocer que durante 2020 transitaremos en un entorno recesivo y con mayor endeudamiento para enfrentar el impacto económico de la “coronacrisis”.
A la dependencia se le cayó el escenario previsto para los ingresos tributarios y petroleros para este año, lo cual afectará las transferencias para estados y municipios.
Al dar a conocer los Precriterios Generales de Política Económica de 2021, que entregó ayer por la noche al Congreso de la Unión, anticipó que el Producto Interno Bruto (PIB) se moverá en un rango de entre -3.9 por ciento y 0.1 por ciento.
Lo anterior con un precio de la mezcla mexicana de 24 dólares por barril, lo que representa la mitad de lo que se aprobó en la Ley de Ingresos de la Federación 2020.
En el documento, puso de relieve que “la coyuntura actual es más compleja que la que podía haberse anticipado” y que en un breve lapso el panorama global se deterioró.
De acuerdo con la SHCP, en los ajustes a las principales variables macroeconómicas se incorporaron los efectos de un choque drástico sobre el escenario económico de México y el resto del mundo, derivado de la pandemia asociada a la enfermedad denominada COVID-19 y el virus que la produce (SARS-CoV-2), y de las medidas de contención.
Fuente: El Universal y El Financiero