Morena ha bajado dramáticamente en las preferencias de los ciudadanos. Actualmente, Morena capta el 18 por ciento de las preferencias de los electores, 15 puntos menos que en enero pasado, cuando registró 33 por ciento, y 28 puntos menos que el nivel máximo de apoyo que alcanzó a tener durante los primeros meses del gobierno del presidente López Obrador, de 46 por ciento. Así lo revela la más reciente encuesta nacional telefónica de El Financiero, realizada a 820 adultos en el mes de marzo.
A pesar de esta caída en las preferencias ciudadanas, el partido del Presidente se mantiene como primera fuerza, toda vez que los ciudadanos que han desertado de Morena no han trasladado su apoyo a ninguno de los otros partidos políticos y, más bien, se han volcado a las filas de quienes no votarían por ninguno o están indecisos, los cuales suman 59 por ciento. La proporción de electores que no apoyan a ningún partido o que están indecisos creció de poco más de 30 por ciento en los primeros meses del gobierno de López Obrador, a poco más de 40 por ciento en la segunda mitad de 2019, y a 57 y 59 por ciento en febrero y marzo de este año. El alejamiento respecto a Morena es reciente.
Según la encuesta, aunque muchos mexicanos le han dado la espalda a Morena, eso no se ha traducido en un mayor apoyo a otros partidos políticos, pero sí pone al partido del Presidente en una situación más competida: los dos principales partidos de oposición suman igualmente 18 por ciento de las preferencias, al igual que Morena: 10 por ciento el PAN y 8 por ciento el PRI. Esto no quiere decir que una alianza de esos partidos sumaría aritméticamente todo su apoyo, pero los datos revelan que Morena se encuentra en un virtual empate con ellos por primera vez desde que López Obrador está al frente del gobierno federal. En porcentaje efectivo de voto, sin considerar las respuestas “ninguno” y “no sabe”, Morena obtendría hoy alrededor de 44 por ciento de la votación, probablemente ante un alto abstencionismo. En tanto, el PAN obtendría alrededor de 24 por ciento y el PRI alrededor de 20 por ciento.
En buena medida, las bajas en apoyo a Morena reflejan la disminución en los niveles de aprobación al Presidente de la República. Pero la encuesta revela que el rechazo al mandatario ha sido más leve que el abandono al partido. Esto se debe, en parte, a que el Presidente ha perdido principalmente apoyo entre los ciudadanos con mayores niveles de escolaridad, mientras que Morena ha perdido apoyo entre todos los segmentos sociales, altos y bajos, por igual.
De acuerdo con la encuesta de El Financiero, además de perder apoyo ciudadano, la buena imagen que había tenido Morena a lo largo de 2019 se ha revertido: en febrero la opinión negativa sobre Morena empeoró notablemente, y en marzo las opiniones negativas rebasaron a las positivas por primera vez desde que tomó posesión López Obrador como Presidente, justo en el primer mes crítico de la pandemia en el país. Habrá que estar al pendiente de cómo se mueven estos indicadores.
Fuente: El Financiero