Las Fuerzas Armadas brasileñas temen que la “cuarentena” decretada por varios estados provinciales para enfrentar el coronavirus conduzca a una crisis económica aguda y a estallidos sociales. Así lo sugirieron los altos mandos que defendieron, aunque con matices, la consigna del presidente Jair Bolsonaro de un “aislamiento vertical”. Se trata de obligar a ancianos (mayores de 60) y a personas con antecedentes de salud de riesgo, a permanecer en sus casas.
Un video que circula, entre los altos mandos de las tres fuerzas, mostraba imágenes de un intento de saqueo en un supermercado de Francia. Según el diario Folha de San Pablo, que tuvo acceso al material, en el video una voz alerta: “Para aquellos que defienden la cuarentena, vean lo que puede pasar en la pos-cuarentena”. Para los militares, uno de los problemas es el aumento de los delitos, especialmente robos. Por eso, sugieren: “Es difícil defender la cuarentena cuando la despensa está vacía”.
En la reunión última de los 27 gobernadores estaduales, que ocurrió por teleconferencia el miércoles de la semana pasada -sin la presencia del presidente- varios mandatarios informaron sobre riesgos de saqueos y disturbios. Inclusive, en San Pablo, hubo estos días algunos intentos de desvalijar a supermercados, lo que condujo al gobernador Joao Doria a reforzar las patrullas policiales.
En ese contexto, pareciera haber un consenso entre los uniformados, contra las “críticas excesivas” al presidente brasileño, que se tornaron más virulentas luego que el último domingo Bolsonaro visitara barrios de Brasilia, donde se sacó selfies con quienes se acercaban a saludarlo. Un relevamiento del diario Estado de San Pablo entre 10 altos mandos de las Fuerzas Armadas, reveló que para ellos hay un fenómeno de “histeria”, como ha definido el jefe de Estado.
Ese medio relató que, entre los generales que oyó para esta especie de “encuesta”, hay otra coincidencia: “El presidente se equivocó en la forma, al confrontar y atacar a gobernadores, a intendentes, y a los medios. Pero acertó en el contenido”. Al igual que Bolsonaro, la cúpula de las FFAA evalúa que “no es posible cerrar el país a las actividades económicas, porque eso traerá daños irreversibles”. Advierte, también, que Brasil es un “país joven” y que tiene 38 millones de trabajadores informales o autónomos. Concluyen que “una dosis exagerada del remedio”, es decir de cuarentena, “podrá matar al paciente”. Temen que la desesperación lleve “al caos social, con la posibilidad de saqueos”.
Este martes, al cumplirse los 56 años del golpe de Estado de 1964 que derribó a Joao Goulart, la cúpula de las Fuerzas Armadas reivindicó aquella acción que instauró un régimen militar por 21 años (hasta 1985). Para el presidente Bolsonaro ese “fue el día de la libertad”. Para el ministro de Defensa, general Fernando Azevedo e Silva y los jefes del Ejército, general Edson Leal Pujol, de la Marina almirante Ilques Barbosa Junior y de la Aeronáutica Antônio Bermudez, ese golpe “es un marco para la democracia. Mucho más por lo que evitó” (que por lo que habría de traer como consecuencia).
En el comunicado firmado por el ministro y los comandantes, leído hoy en los cuarteles, se sostiene que en aquel momento “las instituciones (militares) se movieron para sostener la democracia, delante de las presiones de grupos que luchaban por el poder. Las inestabilidades y los conflictos recrudecían y se diseminaban sin control”.
Hacia el final de la nota, se señala: “La Marina, el Ejército y la Aeronáutica, como instituciones nacionales permanentes y regulares, continúan cumpliendo su misión constitucional y están sometidas al reglamente democrático con el propósito de mantener la paz y la estabilidad”.
Un mensaje especial del general Pujol fue un poco más allá al recordar el lema de esa Arma. El país, dijo, podrá contar con “el brazo fuerte del Ejército”, pero también con su “mano amiga”. El general Eduardo Villas Boas, quien se retiró en enero del año pasado, pero conserva aun un gran ascendiente sobre oficiales y tropas, sostuvo que Brasil pasa por un momento de “extrema gravedad”. Y añadió: “Acciones extremadas (como una cuarentena total) puede traer consecuencias imprevisibles”. Dijo, finalmente, que se puede no concordar con Bolsonaro, pero “este actúa con coraje”.