La principal recomendación para combatir el coronavirus, lavarse las manos con agua y jabón, es un gran problema para millones de personas que no pueden acceder a las instalaciones básicas.
Según datos del programa conjunto de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Unicef, 3.000 millones de personas en el mundo carecen de las instalaciones básicas para lavarse las manos en sus hogares, es decir, 2 de cada 5 personas a nivel global.
De acuerdo a ese cálculo, 1.600 millones de personas cuentan con un acceso limitado al agua o al jabón, mientras que 1.400 millones no tienen ninguna instalación para el aseo.
La situación se agrava en los países menos desarrollados, donde casi tres cuartos de la población no tiene la infraestructura necesaria para el lavado de manos con agua y jabón. En los países de África subsahariana y el centro, este y sur de Asia se registran los casos más difíciles, donde se suma el hacinamiento en las viviendas y las dificultades en los sistemas de salud.
Lo mismo ocurre en zonas vulnerables urbanas y rurales de América Latina, en los campos de refugiados alrededor del mundo o en países atravesados por guerras estructurales como Siria, Yemen o Libia, por mencionar algunos.
El reclamo por un acceso al agua potable y a condiciones de higiene básicas en medio de la pandemia de Covid-19 también marcó el Día Mundial del Agua, el pasado 22 de marzo, consigna a la que se sumaron ONG de alcance global, como Acción contra el Hambre, Manos Unidas o We Are Water, entre otras. La lucha contra la desnutrición es otro aspecto destacados por estas entidades como necesario para mitigar el impacto del coronavirus y otras enfermedades infecciosas.
Las vulnerabilidades se profundizan cuando no se cuenta ni siquiera con servicios de saneamiento básicos, gestionados de forma segura. En el mundo, 892 millones de personas aún practican la defecación al aire libre, según cifras de la OMS, una modalidad aún frecuente en África subsahariana, centro, sur y sudeste de Asia y en zonas pobres de América Latina y el Caribe.
Fuente: https://www.diario26.com/