Al menos una docena de bancos libaneses en todo el país fueron incendiados y destruidos durante la segunda noche consecutiva de protestas por la situación económica del país agravada por la pandemia de COVID-19.
Los manifestantes regresaron a las calles desde la capital hasta Sidón junto con Nabatieh, el valle de Bekaa y Akkar, en la zona norte del país, en enfrentamientos que dejaron 81 soldados heridos y 20 personas arrestadas por las protestas de la víspera, informó el ejército libanés.
Las protestas de mayor conflicto ocurrieron en la ciudad norteña de Trípoli, la segunda más grande y con mayor índice de pobreza en el país, luego de que un manifestante muriera por las heridas sufridas el lunes, detalló la agencia qatarí Al Jazeera.
En Sidón, otra sucursal del banco central fue destruida con al menos media docena de bombas de gasolina, mientras los manifestantes se dicen enfadados por la rápida caída de la libra libanesa frente al dólar.
El propio primer ministro Hassan Diab acusó hace unas semanas al Banco Central por valuar en tres mil 800 libras libanesas un dólar cuando el tipo de cambio oficial es de alrededor de mil 500 libras.
La pobreza que alcanzaba al 50 por ciento de la población a principios de este año, empeoró con las medidas de confinamiento por el coronavirus en el país, que vive toque de queda de las 21:00 a las 5:00 horas (18:00 a 2:00 GMT).
El número de infectados por COVID-19 en el país de Medio Oriente es de 721, con 24 muertos y 150 recuperados hasta este miércoles.
Fuente: La Razón