Cuando llegó a México el coronavirus, el presidente le encomendó combatirlo. Hoy es el nombre que todos los mexicanos tenemos en la mente por ser el portavoz del gobierno frente a la pandemia. Con hasta dos conferencias de prensa al día.
Los gestos de López-Gatell son memes en redes sociales, stickers en apps de mensajería, se volvió muy popular y hay quien incluso lo apuntó en la carrera presidencial.
Sin embargo, su gestión de la crisis está aún a prueba por varias críticas que ha recibido. Primero, por hacer malabares científicos para justificar a AMLO, quien es identificado internacionalmente como uno de los líderes negacionistas del peligro de la pandemia: hasta hace muy poco seguía recomendando salir a la calle, y repartía besos y abrazos en sus mítines; ante ello, López-Gatell se aventó la puntada de decir que el presidente era “una fuerza moral, no una fuerza de contagio”.
Segundo, porque no ha seguido la recomendación de la Organización Mundial de la Salud de hacer pruebas exhaustivas a posibles contagiados de coronavirus. Tercero, porque se retrasó en ordenar la cancelación de eventos masivos y las actividades del país. Y cuarto por que hoy está al borde del precipicio entre ser un héroe o el verdadero villano.
Sin embargo, comparado con el desdén del presidente ante la pandemia, López-Gatell pasó a ser la voz oficial sensata.
El COVID-19 no es la primera pandemia del subsecretario. Hace 11 años explotó en México la gripe A(H1N1) cuando él era director general adjunto de Epidemiología en la Secretaría de Salud. Y por la manera en como gestionó aquella crisis fue marginado por el entonces presidente Felipe Calderón, quien lo consideró ineficaz.
El rompimiento con Calderón y su equipo es quizá lo que esta vez lo disparó al pináculo de tan emocionante carrera, no hay mejor carta de presentación para ALMO, que ser enemigo de Calderón, y López-Gatell cumplía el requisito.
Todos creímos que a ojos de AMLO, López-Gatell tenía todo lo que se necesitaba para ser su bastión en la batalla contra el virus… Pero la pandemia, se ha vuelto difícil de manejar, con su super método Centinela, sus cifras manipuladas y todo lo que las malas lenguas le están tirando, lo colocan en un plano en el que dejará de ser un superhéroe, para ser un chivo expiatorio.
Cuando el Presi, por fin se decida a sacar las cifras correctas, cuando ya no pueda cumplir con los plazos que prometió la vida volvería a la normalidad… ¿quien va a pagar los platos? Pues sí, el pobre Gatell.
Esa historia ya empezó a fraguarse, el periodista de Azteca Noticias, Javier Alatorre se convirtió en tendencia en redes sociales después de lanzar un polémico comentario en plena pandemia por Covid-19. Durante la transmisión del viernes pasado el conductor de televisión pidió no hacer caso a las recomendaciones del subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell.
Además, Javier Alatorre aseguró que las conferencias encabezadas por el funcionario de Salud en México y en las que se reporta la situación actual del Covid-19 en nuestro país, se volvieron irrelevantes.
A lo que el funcionario atinó a responder: “Respecto al trabajo que hacemos aquí todas las noches. Este trabajo representa el esfuerzo en principio del gobierno“… ¿Qué le quedaba? ¿Decir que sólo ha dicho lo que de más arriba le dicen que diga?
Cabe destacar que de todas las conferencias que hasta hoy ha habido sobre #covid19 en México, Gatell siempre estaba acompañado, para cualquier tema o medida, pero ayer, como pinta su futuro, se quedó solo.
Tristemente, ya no hay manera de que se “cure en salud”, todo lo que ha querido proteger las cifras y los dichos de su jefe, se le va a voltear de tal manera que si hay que encontrar un culpable cuando los números rojos se vuelvan negros, va a ser en contra de él.
El Presi “respaldó” al subsecretario y a todo su equipo de trabajo… pero precisamente es desde ese discurso de apoyo, donde más adelante se lo va a acabar, siempre puede decir que le creyó, que le confió la nación y que fue engañado… Añadió que funcionarios de “alto nivel” trabajan para encarar la propagación del virus, así, cuando ya no se pueda caer en ningún margen de error, esos, los expertos, encabezados por supuesto por el hombre del momento, serán los culpables, no el gobierno federal o el mismo presidente, sino el pobre Gatell.
Aletia Molina
@AletiaMolina