Coronavirus

¿Un muerto por coronavirus puede infectar a otras personas?

Publicado por
Aletia Molina

La primer muerte registrada en México por coronavirus ha dado mucho de qué hablar, desde la posible falta de protocolos en las instituciones de Salud, así como en el proceso que se debe seguir cuando una persona fallece por el Covid-19.

En uno de los países con más casos de coronavirus es España y en dicha nación estipulan que las personas fallecidas por coronavirus pueden ser velados por sus familiares y amigos, siempre y cuando el cuerpo esté dentro de una bolsa sanitaria y con el ataúd cerrado.

Sin embargo, el documento “Procedimiento para el manejo de cadáveres de casos de Covid-19” detalló que el Ministerio de Sanidad recomienda no realizar autopsias a las personas fallecidas contagiadas por coronavirus.

Además, Sanidad indica que, aunque no hay evidencia del riesgo de infección a partir de cadáveres de personas fallecidas por el coronavirus, de acuerdo a lo observado por otros virus respiratorios y por precaución se considera que podrían suponer un riesgo de infección para las personas que estén en contacto directo con ellos.

Por otro lado, Alfredo Gosálvez, secretario general de la Asociación Nacional de Servicios Funerarios (Panasef), recomendó que el ritual del velorio sea de manera “privada o con poca gente”.

De acuerdo con EFE, un documento publicado por Sanidad, la Asociación española de Anatomía Patológica y el Instituto Medicinal Legal de Madrid recomienda que:

El cadáver debe ser transferido lo antes posible al depósito después del fallecimiento.

Se debe permitir el acceso de los familiares y amigos del fallecido para despedirse, pero “sin establecer contacto físico con el cadáver ni con las superficies u otros enseres de su entorno o cualquier otro material que pudiera estar contaminado”.

Las personas que vayan a ver el cadáver deben tomar precauciones usando una bata desechable, guantes y una mascarilla quirúrgica.

El cuerpo, que debe ser manejado por personal provisto de equipos de protección individual, debe introducirse en una bolsa sanitaria estanca biodegradable y estar pulverizada con desinfectante de uso hospitalario o con una solución de hipoclorito sódico.

Una vez que el cadáver esté adecuadamente empacado en la bolsa, se puede sacar sin riesgo para conservarlo en el depósito mortuorio, colocarlo en un ataúd para llevarlo al tanatorio, enviarlo al crematorio o realizar el entierro.

El personal de la funeraria tiene que ser informado de que el cadáver es de una persona con coronavirus.

Una vez en el tanatorio, se puede ofrecer servicio de velatorio para el fallecido, pero éste será con el ataúd cerrado, conteniendo el cadáver introducido en la bolsa sanitaria estanca.

La bolsa con el cadáver puede introducirse en un féretro normal, sin que sean precisas precauciones especiales.

El destino final puede ser entierro o incineración, en las condiciones habituales.

Las cenizas pueden ser objeto de manipulación sin que suponga ningún riesgo.

Fuente: EFE y La Vanguardia

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Aletia Molina