Renato Ibarra obtuvo su libertad, al determinarse su situación jurídica por un Juez de Control de la Ciudad de México con sede en el Reclusorio Oriente, pero fue separado del América.
Unas horas después de un comunicado de las Águilas, en el cual se señaló la marginación, el ecuatoriano puede llevar proceso en libertad, ya que la juez Esperanza Medrano Ortiz habría decretado una medida cautelar distinta a la prision preventiva.
El sudamericano salió escoltado por sus abogados y los otros cuatro implicados, sin decir alguna palabra o cuál fue la sentencia.
El nuevo despacho de abogados que defendió al sudamericano, García González y Barradas —misma firma que en su momento representó a Roberto Borge, exgobernador de Quintana Roo—, logró la libertad del futbolista, al ofrecer datos prueba en su favor, con los que lograron desvirtuar la imputación del ministerio público.
José Miguel Meléndez, perito médico legista y quien habría certificado que las lesiones Lucely Chalá, pareja de Ibarra, señaló que no eran de gravedad.
“No estuvo en riesgo”, fue lo que comentó el cirujano brevemente, en su salida del reclusorio.
En la segunda audiencia de Ibarra, que duró más de cinco horas, se presentaron Lucely Chalá, sus hermanas y su padre, Cleber.
En redes sociales, se filtró un video de Chalá, en la que declaró: “No me agredió físicamente […]. Mi pareja [Renato] y yo estábamos teniendo una discusión en la que intervino sus familiares y mi hermana, [Ana] Karen, en la cual las cosas se salieron de control. Nos metimos al vestidor [Karen y yo], me di la vuelta, para proteger mi vientre, y no vi nada”, agregó Chalá.
El ecuatoriano salió del Reclusorio Oriente, pero las Águilas ya lo habían separado del club.
En las medidas cautelares, Ibarra, quien estuvo detenido una semana, debe pagar un departamento como reparación de daños, mantenerse alejado de Lucely Chalá y cumplir con cursos de perspectiva de género.
Fuente: El Universal