Rodrigo Navarro
Una de mis escenas favoritas de las películas de Walt Disney que llenaron mi infancia es el “duelo de magos” en la Espada en la Piedra. Merlín y Madame Mím se enfrentan a un duelo a muerte transformándose en animales en donde uno se come al otro hasta acabar con él. Las reglas dicen no desaparecer, no convertirse en dragón moteado, no hacer trampas. Por supuesto Mím hace toda clase de trampas comenzando por desaparecer. Así vemos transcurrir, elefantes, ratones, víboras de cascabel, rinocerontes, etc. Hasta que Mím se convierte en un dragón morado. No hice trampa soy un dragón morado, no moteado. Merlín desaparece. No se vale desaparecer. No desaparecí me convertí en un virus. Primero te van a salir manchas, después te va a dar fiebre. Después vas a estornudar y por último vas a morir. Los virus y las bacterias siempre han ganado la partida.
Ya le he platicado querido lector las maravillosas clases que impartía el Dr. Antonio Lazcano Araujo biólogo evolutivo molecular especialista en virus y su evolución. Nos decía siempre. Venimos de los virus que son un puente entre la vida y la muerte. Tenemos procesos como la respiración anaerobia que son reminiscencias de cuando éramos bacterias. Los virus y las bacterias han dominado la vida en la tierra más que cualquier otro grupo de seres vivos.
Los virus son el puente entre lo vivo y lo no vivo. Sabemos que hubo evolución física tras el Big Bang, después evolución química y por último evolución bioquímica lo que llamamos moléculas orgánicas o vida. Y no es exclusiva de nuestro planeta o nuestro sistema solar en el universo. Ahora se piensa que las moléculas base que crearon las estructuras tipo virus y después las bacterias llegaron en meteoritos a la Tierra.
Los virus no son células, son partículas muy pequeñas que solo podemos detectar con el microscopio electrónico. Es una capsula de grasa y proteínas que contienen RNA o de DNA. Obligatoriamente necesitan de infectar una célula para replicarse.
Estudié ecología de poblaciones, especialmente corales. Los virus y bacterias controlan que las poblaciones de otros seres vivos tanto en tierra como en el mar no se vuelvan una plaga.
El problema es que el ser humano no sólo inventa medicinas que prolongan la vida de sus poblaciones sino que arrasa con los ecosistemas y sus servicios ambientales, además de ser unos muy eficientes vectores de transmisión gracias a los cruceros, aviones y eventos masivos. El partido de la Champions entre Atalanta y Valencia en san Ciro en Milán fue una verdadera bomba biológica decir del alcalde Giorgio Gori de Bergamo en Lombardia, donde 40 mil fanáticos se trasladaron a Milán a presenciar el encuentro. Esa provincia es la que mayor cantidad de enfermos y muertos tiene por coronavirus en Italia.
Nos estamos convirtiendo en una verdadera plaga y la naturaleza finalmente podrá controlarnos o nosotros mismos lo causaremos, como sucedió con civilizaciones como los mayas, los toltecas, los griegos que según estudios de satélites de la NASA colapsaron sus ecosistemas y por tanto sus civilizaciones.
Los números no mienten. Vamos a enfermarnos el 80% de los mexicanos. De estos 20% será asintomático. El 50% presentará síntomas leves. El 10% tendrá problemas clínicos serios, problemas para respirar; 5% se pondrá grave y requerirá respiradores; y el 2.5% morirá, quizás un poco más si agregamos el factor diabetes. Somos el país número 11 en consumo de refrescos. Quizás sea un buen momento para replantear nuestros hábitos de consumo. El problema viene si todos enfermamos rápidamente. Colapsaríamos nuestro sistema de salud. No hay suficientes camas, respiradores y medicinas. Se hará una vacuna en tiempo record pero aún falta al menos un año para eso. Lo mejor es la prevención. No contacto directo con la gente y mucha asepsia con jabón. Es lo más barato y efectivo.
Ayer participé en un webinar con Sylvia Earl, la científico más importante para el océano. Decía que hay que apoyarnos en la ciencia. En esta pandemia no hay conspiraciones. La historia de la humanidad ha sido adquirir virus por su contacto con especies silvestres. El tráfico de especies silvestres fue la causa de esta pandemia y deberíamos plantearnos muy seriamente en detenerlo de una vez por todas. Ahora que nos pidieron estar encerrados por un mes podría ver en Netflx su documental Mission Blue y ya encarrerados Chasing Coral.
Sylvia discutió con su hija, la CEO de DOER Marine Liz Taylor (homónimo de la actriz) la relación entre el virus COVID-19 responsable de la pandemia y los sistemas naturales. Ambas se encuentran en cuarentena voluntaria por la pandemia. Sylvia tiene actualmente 85 años. Un grupo de edad de alto riesgo en la pandemia. Fue un evento organizado por Ocean Elders. Organización creada para proteger el océano y su biodiversidad a la que Sylvia pertenece.
“Espero con esta plática dar esperanza en estos tiempos de desesperanza. Hay una relación directa entre los ecosistemas acuáticos y terrestres. He sido testigo privilegiado de los cambios en el océano y la tierra durante más de 55 años. Y estoy verdaderamente preocupada. Los sistemas naturales hacen posible nuestra existencia: he estado ocupada en que la gente sea consiente de este hecho. No debemos dar las cosas por dadas. El conocimiento científico está ahí y debemos basarnos en la ciencia para tomar decisiones.
No será la primera pandemia. Tendremos más y cada vez más frecuentes. Igual pasará con los fenómenos naturales, sequias, inundaciones y huracanes. Todos estamos de alguna manera conectados con la naturaleza. Este virus no es tan mortal como muchos otros que nos causan enfermedades como la viruela, el sida, etc. El problema es que no hay vacuna y se propaga muy rápido porque una gran proporción de portadores es asintomática. Esto es insidioso. Lo mejor es estar en casa como lo estamos voluntariamente mi hija y yo” Debemos terminar con el tráfico de animales silvestres y respetar los sistemas naturales remataron las científicos.
Seguir medidas de higiene y tener una buena distancia de más de 3 metros. Los test se tienen que aplicar a personas con síntomas o sospechas e haber estado en contacto con enfermos o en lugares que son focos como Italia, Alemania, Francia, China o ciudades en EU como Nueva York, Vail o LA. EU se ha convertido en el foco de la infección ahora que se controló en China.
La Organización Mundial de la Salud ha felicitado a México desde el principio por su actuación y prevención, por tomar medidas adelantadas respecto a las fases de avance de la pandemia. Encuentro en redes sociales un afán por satanizar, dividir y presentar a nuestro presidente como una persona incoherente o un demente con sus declaraciones fuera de contexto. No sirve de nada dividir a un país en tiempos de tribulaciones más que para ganancia de quienes han perdido sus privilegios. El estado fallido mexicano o la no construcción de un estado noo es culpa de AMLo o de Morena.
Hay un excelente artículo al respecto publicado en el diario El País, El estado mexicano que no existe, de Viridiana Ríos. Fueron los gringos desde que somos nación independiente ayudando a un bando u a otro. Después 76 años del PRI, unidos a 12 del PAN. La tesis de Viridiana, nunca nadie ha querido construir un estado que se requiere para salir adelante. Como diría Maquiavelo divide y vencerás. Estamos más divididos que nunca como nación en los Tiempos del Covid-19 y los ganones no somos los mexicanos.