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La caída del PIB en México es inevitable, pero ¿qué tan fuerte será?

Publicado por
Aletia Molina

La caída del PIB en México es inevitable y algunos escenarios prevén que la destrucción de empleos podría rondar un nivel de entre 150 mil y 170 mil fuentes de trabajo sólo en este año. En dicho contexto, si México quiere que los efectos negativos sean menos duraderos y que la recuperación llegue lo más pronto posible, será necesario destinar cuantiosas cantidades de recursos, además de tomar otra serie de medidas que disminuyan el impacto que se prevé como, por ejemplo, una política fiscal expansiva. De las acciones que se tomen en estos días dependerá lo que suceda en el futuro, afirman analistas.

Lo anterior hace muy probable que el gobierno (en estos momentos el principal factor en la lucha contra la pandemia), tenga que renunciar a la meta de 0.7% del PIB para el balance primario de 2020 e incurrir en un mayor déficit, ya que en periodos de emergencia como el actual, los objetivos fiscales deben pasar a segundo plano, además de que se deberían hacer también anuncios de una reforma fiscal que incremente los ingresos públicos, y la cancelación de proyectos de infraestructura que no son rentables (Refinería de Dos Bocas en Tabasco).

Algunos especialistas también ya manejan una serie de escenarios que miden el impacto probable de esta crisis y que mucho depende de lo que suceda en Estados Unidos, nuestro inevitable referente económico-financiero. En estos escenarios la caída del PIB en México va desde un “optimista” -1 por ciento hasta un desastroso -8 por ciento, en un contexto de plena incertidumbre como no habíamos observado desde hace más de una década.

Los 4 escenarios de Banco Base

En materia de PIB, Banco Base maneja cuatro escenarios con todo y que, desde su punto de vista, no es posible aún determinar el efecto del coronavirus sobre la economía mexicana, aunque todo parece indicar que dependerá de cinco factores:

1) número de infectados y muertes en México y tiempo que dure la contingencia,

2) percepción de riesgo sobre la economía global y sobre México,

3) impacto sobre la economía estadounidense,

4) afectaciones en la movilidad de personas y mercancías entre países y

5) política fiscal expansiva que se aplique en México.

Escenario optimista: En este escenario se regresa a la normalidad durante el segundo trimestre del año, la economía de Estados Unidos no se ve tan afectada mostrando sólo una desaceleración en su PIB. En tales condiciones el PIB de México caería 1 por ciento y se perderían alrededor de 25 mil empleos formales.

Escenario central: Aunque la tasa de crecimientos de contagios baja durante el tercer trimestre, se mantiene vivo el virus y propicia que continúe la incertidumbre. En este escenario la economía de Estados Unidos sería de entre -0.3 a 1 por ciento, lo que afectaría las exportaciones mexicanas y los proyectos de inversión fija de origen privado con una desaceleración adicional en el consumo. El PIB de México caería alrededor de 3 por ciento y se perderían alrededor de 150 mil empleos formales.

Escenario pesimista: La incertidumbre se mantiene, propiciando que se cancelen proyectos de inversión fija de origen privado. Pese a un repunte del consumo en marzo por las compras de pánico, se desacelera después y termina mostrando caídas. La economía de Estados Unidos cae en recesión y muestra una tasa de crecimiento promedio anual entre -1.5 por ciento a -0.5 por ciento. Así, el PIB de México caería alrededor de 5 por ciento y se perderían cerca de 170 mil empleos.

Escenario muy pesimista: Este escenario contempla un efecto sobre México mayor al de la crisis financiera de Estados Unidos entre 2008 y 2009; podría darse en caso de que no se aplique alguna política fiscal expansiva que incentive a la demanda agregada. Este escenario también puede darse si la economía de Estados Unidos muestra una caída igual o superior a 2.5% en el año. Bajo estas condiciones el PIB de México se desplomaría alrededor de 8 por ciento.

De acuerdo con Banco Base, los escenarios más probables en estos momentos son el central y el pesimista, y el menos probable es el escenario “optimista”;

Las decisiones que se tomen determinarán la duración de la recesión: BBVA

Para BBVA, el brote del Covid-19 tendrá un fuerte impacto negativo sobre las economías a nivel global y México no está aislado de las disrupciones en las cadenas de valor, por lo que será severamente afectado por el previsible desplome de la producción y la demanda en Estados Unidos.

Pero al país le esperan momentos difíciles, porque también será afectado por el previsible desplome en las remesas. Además, el impacto será mayor que en otras naciones debido a la disminución en los precios del petróleo, que resultará en un deterioro todavía mayor en el balance de Pemex, lo cual terminará afectando a las finanzas públicas.

En este contexto, las medidas decisivas que están tomando otros países son necesarias y seguramente se terminarán tomando en México. BBVA señala que entre más pronto, mucho mejor. El banco señala en su análisis que el principal responsable en este momento de la verdad es el gobierno federal, pero los gobiernos locales, las empresas y las personas también deben actuar y tomar esta crisis con altura de miras y con la responsabilidad y urgencia que el reto amerita.

No tomar medidas de distanciamiento social y aislamiento por temor a los impactos económicos no solamente resultará en un problema de salud pública, sino que también puede resultar en afectaciones todavía mayores a la economía: a mayor tasa de contagio, mayor el impacto económico total.

En el análisis del banco de origen español, se consigna que el aislamiento total es el peor escenario para la actividad económica en el corto plazo, pero el mejor para frenar el contagio, y por tanto, el mejor aliado para que la caída en la actividad económica tenga la menor duración posible y para que el rebote llegue lo más rápido que se pueda y con la mayor fuerza posible. Este aislamiento es cada vez más probable en México.

En su escenario base, los choques de oferta y demanda afectarán la actividad económica del país con mayor profundidad en el segundo trimestre de 2020, previendo que dicho lapso registre una contracción de 5.6 por ciento. Este efecto negativo de la pandemia se extendería hasta el tercer trimestre con una caída trimestral del PIB de 0.6 por ciento. Previsiblemente durante el cuarto periodo trimestral la economía iniciaría su senda de recuperación sin ganar un impulso significativo hasta el primer trimestre de 2021, señalan los especialistas del banco. Por todo lo anterior, BBVA anticipa una caída de -4.5 por ciento para el PIB de México durante este 2020.

Fuente: https://www.altonivel.com.mx/

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Aletia Molina