Grecia entregó la llama olímpica a los organizadores de los Juegos Olímpicos 2020, en un estadio Panathinaikó de Atenas vacío de público debido a la pandemia del nuevo coronavirus.
Sin espectadores, únicamente un grupo de periodistas fueron autorizados a presenciar la ceremonia tradicional en el emblemático estadio en el que tuvieron lugar en 1896 los primeros Juegos de la era moderna.
El gimnasta campeón olímpico, Lefteris Petrounias, corrió con la llama en el estadio de mármol, en el que su compatriota Ekaterini Stefanidi, campeona olímpica de salto con garrocha, encendió un pebetero, siguiendo la tradición.
La llama fue, a continuación, entregada solemnemente a Naoko Imoto, nadadora en los Juegos de Atlanta 1996, representante de Unicef y de Tokio 2020. Los organizadores japoneses recurrieron a ella de manera urgente ya que reside en Grecia.
La nueva presidenta griega, Katerina Sakellaropulou, declaró en un comunicado que los valores olímpicos de «entendimiento, bondad y fraternidad (…) son las armas a utilizar» contra la pandemia del coronavirus.
El pasado viernes, el relevo de la llama olímpica en Grecia fue detenido debido a una afluencia de personas demasiado alta en Esparta, donde se habían reunido fans para ver a los actores de Hollywood, Gerard Butler y Billy Zane, entre otros.
La llama, que había sido encendida también sin espectadores la víspera en Olimpia, vio suspendido su recorrido en Grecia por los riesgos de propagación del coronavirus, que provocó este jueves un sexto fallecido en el país, donde hay 418 infectados, según la agencia ANA.
La pandemia mundial del coronavirus, que ha infectado a más de 200 mil personas en el mundo, con más de 8.000 fallecidos, ha provocado en los últimos días una cascada de suspensiones y aplazamientos de eventos deportivos, lo que arroja muchas dudas sobre si los Juegos Olímpicos de Tokio-2020 podrán disputarse según lo previsto.
El Comité Olímpico Internacional (COI) estimó el martes que no son necesarias por ahora «decisiones radicales» a cuatro meses del inicio del evento (24 julio-9 agosto).
El miércoles, el propio COI cambió el tono y admitió que «no hay solución ideal en esta situación» en lo referente a los Juegos de 2020.
Fuente: Excélsior