En tan solo dos meses, la cifra de muertes a causa del coronavirus (COVID-19) superó este jueves los mil casos en Estados Unidos, con Nueva York como la zona más afectada, con 280 decesos, según cifras de la Universidad Johns Hopkins y el diario The Washington Post.
Estos datos varían de las estadísticas de los gubernamentales Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), en cuya web se reportan 68 mil 440 casos en el país y 994 muertos.
El Washington Post informó que está rastreando cada muerte conocida en los Estados Unidos, analizando datos de agencias de salud y recopilando detalles de familiares y amigos de las víctimas.
El diario señaló que tras las primeras mil muertes en Estados Unidos, algunos patrones han comenzado a surgir, sobre todo si se analiza la edad de las víctimas del coronavirus.
Indico que alrededor del 65 por ciento de las víctimas mortales del COVID-19 eran personas mayores de 70 años y casi el 40 por ciento tenía más de 80 años. En tanto, solo el 5 por ciento eran de 40 años o menos, pero muchos en ese grupo de edad han estado lo suficientemente enfermos como para ser hospitalizados.
Además, el 60 por ciento eran hombres y el 40 por ciento mujeres.
El miércoles por la noche, Nueva York reportó 88 nuevas muertes por COVID-19. En 42 estados del país se han registrado muertes por el coronavirus, con incrementos en Louisiana y Michigan.
Los expertos temen que lo peor aún está por venir, señalando una rápida aceleración de casos en comunidades de todo Estados Unidos.
The Washington Post afirmó que lo que sigue siendo turbio es exactamente quién está muriendo en Estados Unidos durante la pandemia, incluso cuando los científicos y expertos en salud pública se esfuerzan para descubrir información que pueda ayudar a salvar vidas.
Indicó que las abrumadas autoridades estatales y locales han emitido informes muy diversos sobre los muertos, citando leyes de privacidad médica para proteger incluso los detalles básicos sobre la edad, el sexo y las condiciones subyacentes, tres categorías de señales que los epidemiólogos dicen son indicadores clave de riesgo.
Fuente: The Washington Post