México parece esquivar la crisis a causa del coronavirus, aún con 12 casos registrados y 48 sospechosos, de acuerdo con datos de la Secretaría de Salud, aunque la situación hace que diversos sectores e industrias nacionales recuerden la epidemia por la influenza H1N1 de 2009.
En abril de aquel año, la Secretaría de Salud emitió una alerta epidemiológica que llevó al gobierno federal a dictar una cuarentena que dio paso a que, en algunos estados, como la capital del país y el Estado de México, pararan actividades y solicitaran a la ciudadanía no asistir a centros educativos y de trabajo por un lapso entre diez y 20 días, para evitar contacto físico y así contener la epidemia.
La crisis epidemiológica llevó al cierre temporal de cines, centros comerciales, restaurantes y cadenas de retail, una situación que causó pérdidas económicas por 40,000 millones de pesos, de acuerdo con recientes declaraciones de José Ángel Córdova Villalobos, quien atendió la crisis como secretario de Salud en el sexenio de Felipe Calderón.
“Vamos a ver afectaciones para los retails, a menos que se presente un panorama como en 2009, porque al evitar salir de casa y hacer compras programadas baja el tráfico de personas en los autoservicios, aunque entonces no se contaba con las ventas en línea, que pueden sustituir esa baja en el tráfico”, comenta Benjamín Álvarez Juárez, gerente de análisis bursátil de CiBanco.
Durante la crisis por la influenza H1N1, las ventas de las cadenas minoristas, como Walmart, Soriana y Comercial Mexicana no resintieron los cierres ni la baja en el consumo tras las compras de pánico que causó la alerta epidemiológica. Las ventas totales de los supermercados ascendieron a 71,100 millones de pesos en mayo de 2009, un crecimiento anual de 18.5%, de acuerdo con datos de la Asociación de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (Antad).
Esta situación podría repetirse con la crisis sanitaria por la pandemia del coronavirus, que en los últimos días ha llevado a países como Italia y España parar actividades. En México la situación no ha llegado a esos límites pero puede ocurrir y los autoservicios, más allá de las ventas de pánico, tendrán a su favor el desarrollo de sus canales de comercio electrónico, coinciden analistas.
En febrero, mes en el cual se presentó el primer caso de coronavirus en México y que llevó a compras de pánico de cubrebocas y gel antibacterial, las ventas de las tiendas con más de un año en operación crecieron 7.5% en su comparación anual, mientras que las ventas totales –que incluyen tiendas nuevas, aumentaron 10.6%
“Febrero fue el mejor mes desde 2016 y creemos que el crecimiento pudo ser por que la economía comenzaba a recuperarse y por las compras de pánico después de que se presentara el primer caso de coronavirus en México”, dice Gabriela Siller, directora de análisis económico y financiero de Banco BASE.
En el corto plazo, de acuerdo con Siller, ante una crisis como la que ocurrió en 2009 con la influenza H1N1, las compras cambiarán de tendencia, ya que la ciudadanía dejaría de consumir bienes durables, como lavadoras o autos, para priorizar el consumo básico, como alimentos comestibles y perecederos para prepararse ante una contingencia, en caso de que se presentara.
La economista coincide con otros analistas respecto a la ventaja que los canales de ventas digitales tienen en la actualidad, en el supuesto de que la pandemia del coronavirus escalara en México en los próximos días, aunque el cambio más relevante será el cambio en los patrones de consumo.
Para Julián Fernández, analista bursátil de Bursamétrica, de las cadenas minorista que tienen presencia en México, Walmart de México y Centroamérica sería una de las que tendría más impulso en las ventas en línea.
“Aunque ya venía tarde, Walmart entró con inversiones fuertes para su estrategia de comercio electrónico, y podría resultar más beneficiada en el caso de que pudiera presentarse una pandemia, porque ni al súper vamos a poder salir”, comenta el analista. (MARA ECHEVERRÍA. EXPANSIÓN)