En medio de exigencias de justicia, llanto y globos blancos, los restos de Nadia Rodríguez, estudiante de la Universidad Iberoamericana de León, fueron trasladados hasta un panteón de Salamanca, mismo municipio donde fue asesinada la madrugada del 8 de marzo.
Familiares y amigos vestidos de blanco despidieron a la joven estudiante de Relaciones Internacionales, quien además era activistadentro de las aulas donde promovía los derechos de las mujeres y denunciaba la violencia de género y los feminicidios.
La madrugada del domingo fue atacada por sujetos armados cuando conducía su automóvil. Al momento, la Fiscalía General del Estado de Guanajuato dijo que ya tenían una línea de investigación, sin embargo, no adelantaron algún indicio del asesinato de la mujer de 23 años.
Hoy se realizó una misa en el Templo del Sagrado Corazón de Jesús: la guardia de honor la realizaron sus padres y su novio.
Durante la ceremonia, el sacerdote aseguró que es doloroso decir adiós a un ser querido, por lo que exhortó a la familia y amigos seguir adelante y refugiarse en la fe.
Luego de la ceremonia religiosa, el novio de Nadia, Carlos Pérez Arredondo, recordó que tenía un gran corazón para las demás personas. Dijo que buscaba que cambiar el mundo para las mujeres y que éstas alzarán la voz.
Nadia y Carlos se conocieron en la Escuela de Nivel Medio Superior en Salamanca, y desde ahí sostenían una relación.
Los restos de Nadia fueron acompañados en un cortejo fúnebre que salió del templo hasta el panteón. Recorrieron la calle Zaragoza, cruzó la esquina de la calle Hidalgo, sus familiares portaron globos blancos, flores y la foto de Nadia.
En la Universidad Iberoamericana en León se colocó un enorme moño negro en la entrada de las instalaciones. Significa el luto de la institución por la pérdida de Nadia. Dentro de la escuela, se colocó un altar para recordarla; se colocó un moño negro sobre su foto, con decenas de mensajes repudiando y pidiendo justicia tras su asesinato.
Fuente: La Razón