Después de llegar a convertirse en el mayor foco de infección por coronavirus fuera de China, Corea del Sur parece haber conseguido frenar la curva. El país asiático se encuentra ya en cuarta posición a escala global, con Italia e Irán ya por delante. Desde que el 20 de febrero comenzara la situación de emergencia en su territorio, el número de nuevos casos ha caído hasta los menos de 100 diarios. En apenas dos semanas, podría decirse que Corea está consiguiendo paliar los efectos de la pandemia dentro de sus fronteras y gran parte de culpa la tiene los esfuerzos realizados en materia de digitalización.
En la contención del virus está jugando así un papel vital una aplicación para smartphones desarrollada por el Ministerio del Interior y Seguridad. Conocida como ‘self-quarantine safety protection’, nació con un objetivo claro: evitar el colapso de los hospitales y la expansión descontrolada del Covid-19. De esta forma, una vez quedan registrados los datos en la app, los médicos proceden a evaluar el cuadro clínico y dan un diagnóstico en remoto.
Asimismo, su implementación contribuye de manera significativa a la descongestión de los teléfonos habilitados para notificar posibles contagios, los cuales se mantienen operativos ya que la descarga de la app no es obligatoria.
La ventaja que ofrece la tecnología es clara: conseguir un diagnóstico masivo. Para conseguirlo, se piden al usuario una serie de datos personales como domicilio, edad, sexo, teléfono y correo electrónico. Una vez se contesta al cuestionario que ofrece la app, los médicos evalúan la situación y dan una valoración en remoto.
Si este resulta positivo, la persona en cuestión desplaza en coche para realizar el test del coronavirus en modalidad drive in (sin salir del vehículo). De esta manera, los sanitarios realizan una prueba de manera rápida y segura, y el paciente recibe los resultados 24 horas más tarde en la aplicación para iniciar o no su confinamiento.
Adicionalmente, se ha adaptado un canal de información para poder saber cuan afectado se encuentra el lugar de residencia de cada individuo. Esto contribuye, aún más si cabe, a la concienciación y prevención ciudadana.
La herramienta permite al Ejecutivo del país monitorear a los ciudadanos mientras se encuentran en este período de cuarentena a través de geolocalización. Así, si una persona afectada por Covid-19 abandona de su área de cuarentena, recibe una alerta que también llega al agente que controla su zona. La violación de esta normativa deriva en sanciones y multas y solo en justificados, pueden conseguirse permisos de desplazamiento vía QR móvil.
Tal y como reportó MIT Technology Review, permite también a quienes han recibido la orden de no salir de su casa mantenerse en contacto con los trabajadores sociales e informar sobre su progreso. De esta manera, aquellos que se encuentren en cuarentena pueden informar a través de la aplicación del desarrollo de su sintomatología.
Es necesario apuntar así el baremo del país para considerar a una persona susceptible de vivir en esta situación. El criterio es, por tanto, hacerle prueba a cualquiera individuo que presente síntomas o que haya estado en contacto directo con casos confirmados.
Gracias a este sistema, en Corea del Sur se han realizado más de 200.000 pruebas. Los números y evolución son alentadores, ya que han permitido bajar la tasa de afectados de manera significativa: se ha pasado así de 813 a 114 en apenas 12 días.
La posibilidad de usar este sistema en otro países es, además, una posibilidad real. De hecho, Jung Chang-hyun, funcionario surcoreano que supervisó el desarrollo de la app, ha señalado que el gobierno está preparado para compartir esta tecnología.
Valorar la intrusión se sitúa en el costado de los que podrían ser detractores de este método. Sin embargo, lo que no puede negarse es su eficacia a la hora de frenar la curva.
Fuente: gacetamedica.com