Un ensayo clínico europeo destinado a analizar cuatro tratamientos experimentales contra el COVID-19 fue lanzado este domingo coordinado por Francia y puesto en marcha con la intención de completar los datos que recabe el ensayo internacional de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El Instituto Nacional de la Salud y de la Investigación Médica de Francia (INSERM) está al frente de este proyecto, bautizado “Discovery” y que prevé incluir a 3,200 pacientes, de los cuales al menos 800 serán franceses.
Afectados de España, Alemania, Reino Unido, Bélgica, Países Bajos, Luxemburgo y “tal vez” de otros países formarán parte del grupo sobre el que se realizarán las pruebas, indicó el INSERM en su comunicado.
El objetivo es probar la eficacia y la seguridad de cuatro estrategias terapéuticas experimentales que podrían dar resultado contra el COVID-19, a la vista de la información científica disponible por el momento.
El estudio ha tomado como base datos sobre los coronavirus SARS y MERS y las primeras publicaciones procedentes de China de este último SARS-CoV2, origen de la actual pandemia, para elaborar la lista de moléculas antivirales que se va a probar.
Ese listado incluye el remdesivir, diseñado en su día para el VIH y que se usó para el ébola; el lopinavir combinado con ritonavir, comúnmente utilizados también para portadores de VIH; y la hidroxicloroquina, a la que se recurre habitualmente para prevenir la malaria.
La selección de estos medicamentos potenciales, según el INSERM, está basada a su vez en la lista de tratamientos experimentales que la OMS ha calificado como prioritarios.
El Instituto francés destacó que la ventaja de este ensayo europeo, que se enmarca dentro del consorcio Reacting, es su reactividad y capacidad de adaptación.
“Los tratamientos experimentales ineficaces podrán ser abandonados rápidamente y reemplazados por otras moléculas que surjan de la investigación. Podremos reaccionar en tiempo real”, destacó la infecciologa Florence Ader, que pilota el proyecto.
Este ensayo, según la experta, está concebido de una manera “pragmática“: “Pretende analizar la eficacia y la tolerancia de las distintas opciones terapéuticas durante un tiempo limitado. Es un enfoque decididamente proactivo contra la enfermedad”.
Aunque la atribución del tipo de tratamiento será aleatoria, pacientes y médicos sabrán qué están aplicando y recibiendo y su eficacia y seguridad se medirán 15 días después de la inclusión de cada participante.
Sus resultados, según el INSERM, completarán los datos que sean recabados por el ensayo clínico internacional lanzado bajo el paraguas de la OMS, “Solidarity”, y que también tiene como meta medir la efectividad de posibles tratamientos.
Según las últimas cifras, el coronavirus sigue su avance por el mundo y los contagios superaban este sábado los 260.000, mientras las muertes a nivel global se elevan a más de 11.000, con China, Italia y España como países más perjudicados.
Fuente: EFE