Brecha salarial en el mercado formal persiste en los estados

Publicado por
Aletia Molina

Querétaro, Qro. La brecha salarial de género en el mercado laboral formal persiste en 31 entidades federativas del país; la excepción es Veracruz.

De acuerdo con datos de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, durante enero del 2020, los hombres registran un salario diario asociado a trabajadores asegurados en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) mayor que el de las mujeres a nivel nacional, 416.4 frente a 363.5 pesos por día, es decir, una diferencia (brecha) de 14.6 por ciento.

El estado con la brecha más amplia fue Coahuila, con 31.1%: 433.4 pesos de salario del sector formal para los hombres, y 330.6 pesos para las mujeres. Le siguieron Campeche (brecha de 28.3%), Chihuahua (26.1%), Durango (24.6%), Sonora (23.8%) y Aguascalientes (22.0 por ciento).

Al otro extremo, las menores brechas salariales se mostraron en Quintana Roo (0.4%), Yucatán (2.9%) y Chiapas (6.1%); mientras Veracruz fue el único estado donde la mujer gana más que el hombre (406.6 pesos al día frente a 401.4 pesos).

Por monto, en el primer mes del 2020 el mayor salario diario asociado a trabajadoras aseguradas en el IMSS se observó en la Ciudad de México (469.1 pesos), Veracruz (406.6), Querétaro (396.9) y Nuevo León (392.4), y el más bajo, en Guerrero (294.5), Oaxaca (293.6), Durango (272.0) y Sinaloa (268.4).

En este contexto, la activista y coordinadora de la Asociación Queretana de Educación para las Sexualidades (Aquesex), Alejandra Martínez Galán, expuso que reducir la brecha salarial entre hombres y mujeres es un eslabón importante para propiciar una mayor suficiencia financiera del género femenino y con ello disminuir la vulnerabilidad ante casos de violencia.

“Las brechas de género en los salarios son brutales. Nos parece ridículo que en el 2020 las mujeres sigan ganando menos por el mismo trabajo realizado que el de los varones. El avance de países que sí han trabajado en temas de género sí atraviesa el tema económico. No puedes pensar que las mujeres pueden abandonar situaciones de violencia si no tienen autonomía financiera; no puedes pensar en que las mujeres mejoren su situación socioeconómica si no tienen mejor acceso a salario; no puedes pensar en que las mujeres pueden tener mayores posibilidades de desarrollo si tienen salarios mucho más bajos”, afirmó.

Estudios de género, destacó la especialista, han hecho hincapié en la relación que hay entre la autonomía financiera y las posibilidades de desarrollo de las mujeres, así como en ser una pieza clave para romper ciclos de violencia.

“No solamente es el tema del salario. Pensemos en todas las labores no remuneradas que siguen estando en los hombros de las mujeres. Entonces se siguen encargando de la casa, de los hijos, y además ve al trabajo y te pago menos, te discrimino, te acoso, te corro si estas embarazada, no te doy permisos de maternidad. Es horrible ser mujer en este país”, agregó.

Reconocer la problemática, lo principal

El reconocimiento de la problemática es fundamental para atenderla, reconocer que en el país prevalece la violencia de género y que ha rebasado a las autoridades es imperante para generar acciones concretas, refirió la coordinadora de la Aquesex, quien señaló que uno de los retos que enfrenta Querétaro es el de crear estrategias tangibles y que se fortalezca la atención con perspectiva de género en las instituciones.

“Una de las partes importantes es que el gobierno reconociera que está rebasado. Desde ese reconocimiento bien se podrían hacer muchas cosas. ¿Cómo es posible que ya casi cuando el gobierno de Francisco Domínguez va de salida hacen un protocolo (de atención a víctimas de violencia de género) o acciones concretas? Eso muestra qué tanto le importan las mujeres a los gobiernos. Sería importante fortalecer desde la fiscalía, capacitar a los jueces. Hay tanto por hacer”, indicó.

Martínez Galán dijo que las campañas de prevención son prácticamente inexistentes, a lo que se suma la ínfima designación presupuestal a los institutos de las mujeres, tanto municipales como estatales.

“No hay campañas de prevención. Las instancias municipales de las mujeres y las estatales viven con presupuestos raquíticos. El asunto es que de entrada pudieran asumir que tenemos una problemática y que se plantearan acciones; el asunto es que ni se reconoce ni se hace nada. Hay una deuda histórica importante que tendría que ser saldada”, puntualizó.

Fuente: El Economista

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Aletia Molina