El 11 de marzo es una fecha que quedó marcada en la historia contemporánea de España. Pánico, zozobra, terror y muerte es lo que se recuerda de ese día de 2004, cuando se perpetró el ataque terrorista que más vidas ha cobrado: 193 muertos y más de 2.000 heridos.
Hace 16 años los españoles se disponían a realizar sus actividades diarias, pero desde la sombra se adelantaba un escenario de terror y muerte: cuatro trenes de la red Cercanías en Madrid fueron el blanco de una serie de ataques terroristas. A las 7:40 de la mañana se produjeron 10 explosiones y, tras un intento de desactivación, la policía detonó otros dos artefactos que no habían estallado.
Lo que prosiguió luego fue caos, desesperación e impotencia, mientras los equipos de rescate se desplegaban para salvar el mayor número de vidas posible. Un tragedia dolorosa tragedia. Fu el ataque terrorista más grande de España y el segundo mayor en Europa, detrás del atentado de Lockerbie de 1988.
El ataque ocurrió tres días antes de las elecciones generales de 2004. Los dos principales partidos políticos, el PP y el PSOE, se acusaron mutuamente de ocultar o distorsionar la información como estrategia electoral.
En un primer momento, el gobierno presidido por José María Aznar (PP) y varios medios de comunicación atribuyeron el atentado a ETA. Incluso, con el tema electoral en el ambiente, algunos especialista se aventuraron a sacar análisis como como afectaría el atentado terrorista las elecciones. “Si fue ETA gana el PP, si fueron los islamistas gana el PSOE”.
Todos los señalamientos iban hacia ETA. “Todos sabemos que este asesinato masivo no es la primera vez que se intenta. […] Lograremos acabar con la banda terrorista”, declaró Aznar en alusión al grupo terrorista vasco.
El líder de la oposición en ese momento, José Luis Rodríguez Zapatero, también condenó los hechos mencionando a ETA. Sin embargo, Arnaldo Otegi, líder de Batasuna, negó la participación de ETA en los atentados y los atribuyó a la resistencia árabe.
Con los acontecimientos y las declaraciones se rompió de de hecho el pacto antiterrorista firmado entre el PP y el PSOE que prohibía el uso electoralista de las tragedias y atentados terroristas.
Al final, el PSOE ganó las elecciones por 164 escaños contra 148 del PP.
Semanas después Al Qaeda se responsabilizó del ataque. Esgrimía como causa la participación del Ejército de España en la guerra de Irak. La sociedad española no estaba muy de acuerdo en participar en el conflicto bélico que comenzaron los Estados Unidos con la premisa de que el régimen de Sadam Husein fabricaba armas de destrucción masiva, algo que a la postre no se demostró.
Un mes después del atentado terrorista, el CIS publicó un estudio especial sobre víctimas del terrorismo en España. En él se preguntaba cuál creían los españoles que era la principal razón del terrorismo islamista en España. El 26,4% afirmó que la Guerra de Irak.
Después del atentado terrorista, el gobierno creó a Oficina de Atención a las Víctimas. Para 2011 este organismo ya había indemnizado a más de 3.500 afectados por un importe total de 314 millones de euros.
También concedió 449 tarjetas de residencia a víctimas y 451 a sus familiares, de los 2.590 que las solicitaron. Por su parte, la Comisaría General de Extranjería y Documentación recogió hasta el 1 de mayo de 2004, 1.209 solicitudes de nacionalidad, que remitió a la Dirección General de los Registros y del Notariado.
Fuente: https://www.cambio16.com/