El Servicio Sismológico Nacional informó que desde el 5 de enero de 2020 se ha registrado un enjambre sísmico de cientos de vientos en Michoacán, la mayoría al norte de Uruapan y de magnitudes entre 2.9 y 4.1, señaló a través de su cuenta de Twitter.
Michoacán es una zona sísmica con tectónica compleja y vulcanismo activo. La región donde se presenta este enjambre se encuentra en la Faja Volcánica Transmexicana.
El organismo también señaló que existen fallas geológicas activas en la región. En 1997 ocurrió un enjambre sísmico con 230 eventos en esa misma zona y los estudios indicaron que se trataba de actividad en fallas locales.
Los sismos están ocurriendo muy cerca del extinto volcán Paricutín y el volcán Tancítaro. Hasta el momento, no hay indicios de que este enjambre sísmico tenga relación con los volcanes.
Asimismo, el Sismológico advierte que este enjambre «podría ser producido por intrusión magmática. El movimiento de magma no implica necesariamente el nacimiento de un nuevo volcán, pero es necesario vigilar cómo evoluciona el fenómeno».
El SSN señaló que un grupo de especialistas trabaja en los estudios pertinentes, quienes visitan la zona para toma de muestras e instala equipos de medición.
«Se realizan el cálculo y localización de los sismos, análisis espacio-temporal de la sismicidad, análisis de muestras de agua y gases, monitoreo de deformación de la zona, entre otras actividades.
En los estudios tras el enjambre sísmico y el posible surgimiento de un volcán en Michoacán trabajan la UNAM y el Sismológico, quienes piden consultar fuentes oficiales sobre dicho fenómeno.
Fuente: El Universal